LA CAIDA DE GIULIANI
Rudy Giuliani era un alcalde neoyorkino que fue ejemplo de seriedad y eficiencia de cómo gobernar. A Giuliano le tocó implementar la Teoría de las Ventanas Rotas, un programa que cambió el crimen en Nueva York y que, luego, cuando terminó su mandato se convirtió en asesor de este esquema y con una compañía daba asesorías a los gobiernos del mundo. Aquí vino en aquellos años con Marcelo Ebrard, que lo contrató cuando era jefe de Gobierno de CDMX. En 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. Philip Zimpardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California.
Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio. Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, la radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no lo destruyeron. En cambio, el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto. Es común atribuir a la pobreza las causas del delito, tema en el que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (de derecha y de izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí.
Cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto. El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx, y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre. La respuesta de Giuliani en el terreno en la jornada de los atentados en Nueva York lo convirtió en un ícono mundial. Por años estuvo entre los políticos mejor evaluados y fue carta republicana para la presidencia. Pero dos décadas después, se convirtió en abogado del maloso Trump y eso es sinónimo del peor lado de Donald Trump: investigado, cerca de la bancarrota y humillado, su nombre ya no despierta nada de la admiración que alguna vez tuvo y ahora está encarcelado por intentar cambiar el resultado de las elecciones, donde perdió su jefe. Es el ejemplo de cómo destruir una reputación en un santiamén, después de haber pisado el olimpo de los dioses en la política.
FUENTE OVEJUNA, SEÑOR
¿Quién mató al comendador?, Fuenteovejuna, señor.
La historia de Lope de Vega señala que en el pueblo cordobés de Fuente Ovejuna en tiempos de los Reyes Católicos (1474-1535), el pueblo se rebeló contra las injusticias, y el Comendador pagó con los platos rotos. De allí la pregunta famosa. El drama se presenta con un protagonista colectivo (los habitantes del pueblo), como en la Numancia (1585) cervantina o en los persas de Esquilo.
Como ocurre con gran parte de los dramas de Shakespeare. El Fuenteovejuna de Lope de Vega ha llegado a conseguir categoría de símbolo, el del prototipo iconográfico-teatral de ‘la unión del pueblo contra la opresión y el atropello’, eso me dice el Wikipedia. En un pueblo mexicano, un pueblo cansado y enardecido con sus autoridades, retuvieron a los dos hijos de la alcaldesa y el alcalde, porque sucede que el tesorero municipal se había birlado unos 5 millones de pesos para obras, y los necesitaban.
Así los tuvieron atados de manos unos diez días hasta que el gobernador intervino y mejor mandó el dinero, no fueran a linchar a esos jovencitos, que eran inocentes de las acusaciones a sus padres. Los usos y costumbres de nuestros pueblos indígenas, muchas veces hartan hasta el cansancio a sus pobladores, y tienen que aplicar la técnica de Fuenteovejuna.
