LA BRUTAL CORRUPCIÓN DE AMLO
Sin lugar a dudas cada día que pase los mexicanos nos vamos a enterar de muchas cosas que se ocultaron durante el Obradorato, y que no son otra cosa que los cientos o quizá miles de actos de corrupción en los que estuvieron involucrados todos los hombres y mujeres que estuvieron en los altos cargos del obradorato, y eso quiere decir que la ahora Mandataria también estuvo inmiscuida y fue parte importante de ese hurto de los caudales públicos.
Y para muestra basta un botón: El Tren Amaya. Así de simple lo que ha ocurrido con esa presunta obra del obradorato, donde los hijos presidenciales hicieron uno de los más grandes negocios de la historia de este país, con las maderas finas que se llevaron hacia los países árabes a través del Canal de Panama. Y ni que decir que los gastos de la inversión que hasta ahora sigue siendo un misterio, porque desde luego que de esas grandes inversiones los mismos hijos del Presidente López Obrador participaron activamente para seguir hurtando los caudales públicos.
El mejor ejemplo de lo que aquí asiento, es que el afamado Tren Maya costó el triple de lo que se presupuestó. Y llenándose el hocico con sus mentiras el propio Mandatario señaló que dicha obra costaría ciento cincuenta mil millones de pesos, y lo que hemos podido constatar es que hasta ahora es que ya supero los quinientos cincuenta mil millones de pesos, y lo peor de todo es que aún no se ha terminado la obra, o sea que se inauguró de manera incompleta, con terminales construidas a medias.
Ha sido tanto el desorden que hubo en la construcción del Tren Maya que hasta los precios de los alimentos vendidos a bordo cambian cambian de vagón a vagón. Pero regresando un poco el tiempo, sin al no recuerdo el propio Andrés Manuel López Obrador señalaba en Cadena Nacional que no se cortaría un solo árbol para hacer el recorrido del Tren Maya, pero hasta ahora conocemos que se talaron siete millones de árboles.
Y la cereza del pastel en el Tren Maya es que no solamente fueron los árboles, porque también se perforaron ciento veintiún cuevas y Cenotes, lo que habla del desprecio del ahora expresidente por la Naturaleza, que por cierto pasarán más de cuarenta años para resarcir el daño ecológico y la fauna del lugar, donde quizá muchas especies fueron exterminadas. El que prometió que no se talaría un solo árbol, es el peor destructor del país en la historia patria.
Lo peor de todo es que en los primeros seis meses hubo cuarenta y cuatro fallas e innumerables problemas que hasta ahora persisten. Lo peor de todo es que ese afamado Tren Maya es ahora un elefante blanco, porque de los ocho mil doscientos pasajeros que se mencionaba llevarían de un lugar a otro, ahora resulta que no llegan ni a mil quinientos, y lo peor es que las paradas quedan muy lejos de los poblados. No cabe duda que el cinismo de AMLO por alzarse con una inmensa riqueza en lo sucesivo puede propiciar muchas muertes. Mendigo desgraciado, ojalá se le pudra la parte más occidental de su desgraciado cuerpo. Así de simple. Al tiempo.