La austeridad de Rocio Nahle
Sin lugar a dudas los más conspicuos morenistas que tienen y mantienen cercanía con las altas esferas del poder, se sienten paridos por Dios. Donde quiera que acuden dan muestras de riqueza, de soberbia, altanería, y miran a los demás por encima del hombro como si fueran unos chilapastrosos, sin recordar que hasta hace algunos años ellos mismos padecían lo que ahora hacen a los ciudadanos.
Por lo pronto las camionetas en que se trasladan son de última generación, enormes, y por consecuencia al menos cada una de ellas valen más de un millón de pesos. Y ni que decir de los aditamentos para que los traslados sean más cómodos, además de los vehículos en los que viajan aquellos que se encargan de protegerlos ante cualquier eventualidad que pudiera presentarse.
Ahora la Señora Nahle es la candidata del Movimiento de Regeneracion Nacional a la gubernatura de Veracruz, que hasta ahora encabeza el señor Cuitlahuac García Jimenez, quien durante su mandato mostró y demostró que no es más que un simple aventurero de la política porque sus resultados han sido desastrosos, además de ganarse una gran fama de mantener varios efebos para saciar sus más íntimos deseos.
Habrá que señalar que la señora Nahle fue Secretaria de Energía del actual gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, donde se le conocieron diversos actos de corrupción que fueron relatados por los medios de comunicación. Habrá que decir que no es una mujer joven, y que a sus cincuenta y nueve años sigue siendo una mujer prepotente que piensa que ella es la última cocacola en el desierto como señalan en el argot popular.
Por principio de cuentas habrá que señalar que la señora Nahle no es veracruzana de nacimiento, pero quien manda en el país decisivo que fuera ella quien tiene que encabezar el desrino de los veracruzanos que ya están hasta la coronilla de los desplantes del invertido gobernador que hasta ahora ha venido entregándole más tiempo a los efebos que a las necesidades de los veracruzanos de ese maravilloso estado.
Por desgracia el destino de los veracruzanos seguirá siendo un desastre. Saldrán de un sujeto loco de poder, vengativo y que ha dispuesto del dinero de los veracruzanos para saciar sus ansias de grandeza y los caprichos de sus apetitos sexuales, para dejar entrar a una de las mujeres más corruptas que han sido señaladas en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador. Pero como dicen por ahí, Dios los hace y ellos se juntan. Pobre Veracruz. Al tiempo.