Invasión extranjera
Por Jorge Carrasco V.
Incapaz de solucionar el problemas de los cachirules y de los peloteros de doble nacionalidad, la Liga Mexicana encabezada por Horacio de la Vega, tuvo la peregrina idea de permitir para esta temporada 20 jugadores no nacidos en México, por solo 18 nacionales.
La pobre justificación que se dió es la de “aumentar la calidad del circuito y la calidad del pelotero mexicano, pues se asegura que el número de extranjeros irá disminuyendo paulatinamente”.
Este idiota racionamiento ya demostró ser una falacia en el fútbol, donde esa política ha conducido a una mediocre selección nacional.
Por lo pronto esto ha provocado que en la Liga haya más extranjeros que mexicanos -314 contra 328 y que en las alineaciones de todos los equipos solo haya una tercera parte nacional y que muchos prospectos nacionales sean relegados a la banca.
Este malinchismo aumenta el costo de la plantilla, que ya de por sí es insostenible para plazas pequeñas, además de que la mayoría de los extranjeros se tardan en adaptarse, como demuestra que más de la mitad de los bateadores ni siquiera llegan al .200 de procentaje-
Resulta verdaderamente lamentable, que equipos desesperados por un campeonato como Los Diablos utilicen los 20 extranjeros, relegando a sus nacionales como Moisés Gutiérrez o Jaime Fabela a la banca, y enviando a Roberto Ramos a Oaxaca.
Esta es la consecuencia de poner a personas ajenas al rey de los deportes, a los que solo les interesa su promoción personal y el dinero que puedan ganar desde sus puestos.