Frente Cívico exterminador
En México no es posible militar en dos partidos políticos a la vez. Al afiliarse a uno deja, automáticamente de pertenecer al otro. El anuncio de la creación de varios partidos políticos representa un peligro para la oposición, no la fortalece. Todo lo contrario.
El optimista anuncio de la conversión del Frente Cívico Nacional de asociación política a partido político, atenta contra el registro del PAN, en primer lugar, luego de MC y finalmente del PRI, de donde salen diariamente cientos de militantes adelgazando sus filas más rápidamente de lo imaginable. Porque lo hay que ni siquiera se toman la molestia de renunciar, simplemente lo abandonan como pecado de juventud.
Asusta más que la intención de que esta asociación pueda convertirse en partido político, el cinismo de sus fundadores, quienes han sido desenmascarados como mentirosos compulsivos, por decir lo menos.
Ahí está el caso del “vocero” de los padres de los niños con cáncer, grupo que nunca fue real, Israel Rivas, dirigente de una organización fantasma que se inventó para poder desgastar al gobierno y además, figurar como personaje dentro de la política conservadora, en realidad se trata de un panista que a veces decía que tenía un hijo con cáncer y que no había tratamientos ni medicinas, por culpa del Presidente y otras veces decía que su hija tenía este problema. Cambiaba la edad constantemente, para luego aparecer como un candidato panista, afiliado en Chiapas, y sin mayor trascendencia que al de haberse prestado para un montaje chantajista, porque se descubrió que no tiene hijos pero sí una gran ambición personal, ha confesado querer ser Presidente de la República.
Si otros panistas siguen sus pasos, podrían adelgazar el número militantes del PAN hasta hacer que pierda el registro. Desde luego nade arriesgaría una militancia en un partido político constituido por la aventura, condenada a naufragar, del intento por convertir, en estos momentos, una asociación política en partido.
De los demás fundadores sus trayectorias hablan por sí mismas y tienen más posibilidades de ahuyentar posibles afiliados que convocar a formar parte de ese instituto político. Nombres como otro panista, Ernesto Ruffo Appel, la ex candidata presidencial del PT, Cecilia Soto; el ex dirigente nacional del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo; así como Fernando Belaunzarán y el actual senador sin partido ni vergüenza, Emilio Álvarez Icaza;. el ex presidente del entonces IFE, Leonardo Valdés Zurita; el editorialista que sugirió un amasiato entre el presidente López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, José Antonio Crespo; el conferencista de las fake news, Macario Schettino; Mariclaire Acosta; el abogado Juan Francisco Torres Landa Ruffo; la coordinadora nacional de México Unido, Denise Meade, entre otros quienes han intento infructuosamente ser dirigentes de algo in lograrlo.
Sólo si la militancia del PAN, PRI y MC confluyeran en este partido que se anuncia como una organización sin ideología, que podría tener futuro administrativo, pero hay quienes prefieren malo conocido que bueno por conocer y en realidad sólo les haría daño al restarles militantes dejar partidos famélicos y sin registro para luchar infructuosamente por convertirse en partido político.
El PAN salvó su registro como partido en las elecciones, pero no se sabe cómo está en este momento su padrón, de donde han salido muchos a consecuencia de la derrota, o de la insistencia de reelección de Marko Cortés en la persona de Jorge Romero, o de la desviación y alejamiento de los principios que le dieron vida. El PAN antes de las elecciones del 2 de junio tenía 277,665 militantes, debiendo tener por lo menos 246, 270 no ha habido padrón de militancia luego de los comicios más recientes, conteo en el que puede perder su registro.
La nueva organización política requiere 3 mil afiliados en 20 entidades federativas, es decir, 60 mil militantes para empezar. Si la mitad de ellos fuera panista el PAN se quedaría, siempre con datos de 2023, sólo con 1,395 por arriba de lo exigido para mantener su registro.
El PAN tiene un problema adicional que puede tener un número de militantes superior al exigido pero no tiene la cobertura territorial necesaria para mantenerlo, es decir en 20 estados. En algunos estados ha perdido el registro y en Tabasco, Campeche, Colima, Chiapas, Baja california Sur, Nayarit, Quintana Roo y Oaxaca. Si tuviera menos de tres mil militantes en 4 estados que podrían ser Guerrero, Hidalgo, Tlaxcala y Morelos, perdería su registro.
Ante este riesgo, algunos militantes saltarían huyendo del barco que hunde hacia un nuevo partido, no necesariamente el Frente Cívico Nacional, asesinado a Acción Nacional.
Lo mismo sucede con MC, que en cualquier momento puede partirse en varias partes: una de Colosio, quien está a punto de abandonar ese partido; otra con Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, que puede perder la entidad al repetirse las elecciones, otra parte estaría encabezada por Samuel García y Dante Delgado y una más por Álvarez Máynez.
Es decir, el Frente llega a dividir, incluso a asesinar a los partidos de oposición existentes, pero se anuncian más nuevos partidos integrados por los náufragos del 2 de junio.