Eterna deuda para los mexicanos

· Cada mexicano deberá 151 mil pesos
· Deuda / PIB ha aumentado 8 puntos
· Banamex, joya para mexicanos
· Espaldarazo mutuo
· MTU, seguridad para clientes bancarios
La estimación del gobierno mexicano para la deuda pública en 2026 se mantendrá en una cifra equivalente al 52.3% como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) nivel que se espera se mantenga hasta el 2031. Aunque ese endeudamiento representa más de la mitad de lo que México producirá en bienes y servicios durante los siguientes seis años, para las autoridades es un dato optimista.
En los últimos años (desde el 2019 al cierre del 2024) la deuda como proporción del PIB ha aumentado 8 puntos porcentuales. Aun así, según afirman especialistas financieros, el ajuste en el déficit y un superávit primario planteados en el Paquete Económico 2026 son señales positivas para los mercados, aunque el cumplimiento de los objetivos dependerá en buena medida de un entorno macroeconómico favorable y de la continuación de una férrea recaudación.
En el marco de la presentación del Paquete Económico 2026 y su discusión en el Congreso, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) presentó el análisis: “Deuda creciente por presiones estructurales. Análisis del endeudamiento en México”.
El estudio muestra que el endeudamiento no es sólo resultado de crisis coyunturales, sino también de presiones estructurales como pensiones, costo financiero de la deuda y caída de ingresos petroleros
La deuda como proporción del PIB planteada en el paquete económico se estima estable en 52.3%, pero el débito respecto a ingresos presupuestarios llegaría a 232% en 2026. En términos teóricos, se requerirían alrededor de dos años y un trimestre de recaudación o tres años y medio de impuestos para cubrir el saldo total de los pasivos públicos.
Más grave aún, es que cada habitante tendría una deuda de 151 mil pesos en promedio. Según la Encuesta Nacional Ingreso Gasto de los Hogares 2024 realizada por el Inegi, ello representaría hasta 3.8 años de ingresos para el decil I o 1.2 meses para el decil X de la población.
El estudio, realizado por Ricardo Cantú Calderón, advierte también que para 2026, el costo financiero de la deuda (4.1% del PIB) superará al gasto en salud (2.6%), además de que una trayectoria creciente de deuda podría reducir la inversión pública, afectando crecimiento, productividad y recaudación futura.
La deuda pública en México ha aumentado en los últimos años, incluso por encima de los niveles registrados durante crisis anteriores. Esto evidencia que el endeudamiento no responde a shocks externos, sino a presiones estructurales, como el envejecimiento poblacional, el costo financiero de la deuda o la situación fiscal de Pemex.
Lograr una trayectoria decreciente en el endeudamiento implicaría mantener recortes en el gasto público, particularmente en la inversión y en el medio ambiente, tal como lo proyectó la SHCP para 2025. De mantenerse esta tendencia, podrían comprometerse el crecimiento económico, la productividad (actualmente en su nivel más bajo) y la recaudación futura.
Joya para mexicanos
Justo en el preludio de lo que muchos analistas consideran el inicio de un tercer trimestre negativo en materia económica y en el momento en que la preocupación va en aumento por el efecto de la reforma judicial, la desaparición de los órganos autónomos, así como la controvertida propuesta de reforma al Juicio de Amparo que está por discutirse en el Congreso de la Unión, el pasado 24 de septiembre llegó el anuncio de que Banamex quedaría de nuevo bajo control de mexicanos.
La ocasión, por supuesto, sirvió para que al más puro estilo patriotero, en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum celebraran el acuerdo de Citigroup con el empresario mexicano Fernando Chico Pardo para vender a éste el 25% de las acciones de Banco Nacional de México.
En una operación valuada en 42 mil millones de pesos (alrededor de 2 mil 280 millones de dólares), Citigroup concretó un acuerdo para vender el 25% de Grupo Financiero Banamex al empresario mexicano Fernando Chico Pardo, accionista mayoritario de Asur, considerado uno de los ocho empresarios más ricos de México con una fortuna estimada en 2 mil 800 millones de dólares.
Con esta operación el empresario mexicano adquirirá alrededor de 520 millones de acciones ordinarias de Banamex, La transacción aún está sujeta a aprobaciones regulatorias en México y se espera que se complete durante la segunda mitad de 2026, aunque ya cuenta con la anuencia de la presidenta de la República.
De cerrarse la operación sin contratiempos el icónico banco, considerado como la joya y pilar del sistema bancario de México, volvería a manos de empresarios mexicanos, luego de más de dos décadas de ser controlado por el estadounidense Citigroup. El acuerdo valora a Banamex en 9 mil 120 millones de dólares, cifra menor a los 12 mil 500 millones que Citi pagó cuando adquirió el banco en 2001.
Chico Pardo se muestra orgulloso de encabezar esta transacción, reconociendo la gran responsabilidad que significa regresar Banamex a manos mexicanas. Eso sí, dejó en claro que la compra del paquete accionario de Banamex es con recursos propios. “Estoy haciendo una inversión personal muy relevante, y mucho me animó la confianza que tengo en el gobierno de la presidenta Sheinbaum y en su proyecto de país. Yo he sido muy exitoso invirtiendo en México”, dijo.
El mensaje es más que claro. El espaldarazo gubernamental es correspondido con el del sector empresarial.
MTU, seguridad para clientes
A partir de este miércoles 1 de octubre, por disposición oficial de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, entrará en vigor en México el Monto Transaccional del Usuario (MTU) para los clientes de todos los bancos.
El MTU es una nueva medida de seguridad que permite a los usuarios de servicios bancarios, establecer de manera personalizada un límite de transacción para sus cuentas de débito y tarjetas de crédito a terceros. El MTU no modifica el servicio ni la manera en que se realizan las operaciones y se podrá seguir operando de manera normal sin necesidad de hacer algún cambio a partir del 1 de octubre.
Este mecanismo busca que cada persona tenga mayor seguridad y control sobre sus operaciones electrónicas, reduciendo riesgos de fraude y brindando flexibilidad en el manejo de su dinero. Cada cliente podrá establecerlo en la Aplicación (App) de su banco e incrementar o disminuir el límite de transacción para sus cuentas de débito y tarjetas de crédito.
Para la protección de los clientes y en caso de que no establezcan un límite de transacción, el banco lo estimará con base en las disposiciones legales aplicables.
Este límite no es aplicable para las compras o pagos de servicios y no se debe confundirlo con el monto máximo que se asigna a cada cuenta de terceros que se registra en la App de cada banco.