Es asunto de todos
“Su Señoría” afronta las voces de la modernidad
Todos los días recientes la mayoría de los periódicos diarios de Mérida :: Igual lo hacen en otras ciudades::, han mantenido en Primera Plana la información acerca dudoso, riesgoso y sospechoso proyecto para cambiar muchas de las leyes que rigen las actividades reuniones y disposiciones legales que rigen al poder judicial mexicano, o Norman sus procedimientos.
Entre esas escasas informaciones los ciudadanos nos enteramos de que están cambiando incluso procedimientos antiguos para aprobar o rechazar leyes de nivel nacional
Por ejemplo, de nada se ha dicho acerca formato, las normas, regulaciones que estaban vigentes (o lo están) para tú acabas de los documentos dirigidos hueso magistrado en específico. Me refiero a casos como” el magistrado tuvo a bien obsequiar el amparo directo a los quejosos”: Su señoría llegó 30 minutos después de la hora marcada para el caso”;” el grupo de quejosos tuvo el muy valioso respaldo del juez titular ser juzgado”, que puntual al proceso, y tuvo el buen detalle de saludar de mano a todos los que se le acercaron”.
En realidad, en. los casos citados, el juez o magistrado solo cumplió con su trabajo, por el cual Por cierto le pagan con holgura, con lo que algunos llegan a ganar salarios mensuales mayores de los que cobra el presidente de la República.
En lo personal no he visto o escuchado que se hable de la necesidad de cambiar ya ese estilo tan hamburguesado., tan afectado o quizá incluso vicioso que alguien hace mucho tiempo propuso que se utilice para dirigirse a los que manejan las leyes de los más altos niveles.
Según la Constitución federal mexicana todos los que nacimos en este país los mismos derechos y obligaciones, y merecemos el mismo trato ante la ley, lo cual debemos y exigir a todos los jueces, respetando desde luego los cargos o encomiendas especiales que tengan éstos.
Seguir permitiendo o exigiendo el uso de esa forma de trato pasado de :”respetuoso” y que más bien se acerca a la lambisconería o la falta de dignidad, llevaría a que en el futuro cercano nuestras sociedades produzcan ciudadanos castrados política o legalmente, en vez de los hombres y mujeres patriotas franco de Valentes qué se necesitan para hacer valer las leyes que sí pollo antes del país.
Por cierto que tampoco hemos escuchado que se diga algo sobre el curso que seguirían, si la reforma es aprobada – -cómo parece que va a ser–, los casos jurídicos instaurados contra funcionarios mayores o menores, secretarias(ríos) y otros empleados que hayan sido acusados por incurrir en presuntos actos de corrupción, el daño, saqueo, etcétera. Creemos que muchos aprovecharían la polvareda actual para escapar del supuesto largo brazo de la ley.