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El “Santo” que está hundiendo a la Semar 

El “Santo” que está hundiendo a la Semar 

Urgente: SOS en Sierra Tarahumara

Listas más de 200 solicitudes de órdenes de aprehensión.

Le dicen “Santo”. Es un testigo protegido que destapó la cloaca: sobornos de 1.7 millones de pesos por cada buque cargado de combustible ilegal, seis barcos que atracaron hasta 14 veces y una nómina de complicidades que va desde verificadores hasta altos mandos navales.

Todos repartidos como buitres en un botín de millones de pesos por hacerse de la vista gorda y dejar pasar combustibles, diésel y gasolinas, por otros productos.

El asunto ya levantó una polvareda. La Agencia Nacional de Aduanas de México y la Fiscalía General de la República tienen listas más de 200 solicitudes de órdenes de aprehensión en contra de agentes aduanales, administradores, subadministradores y personal operativo de diversas aduanas de todo el país, por su presunta participación en el delito de huachicol fiscal, que durante varios años ha permitido el contrabando de combustible desde varias partes del mundo hacia México.

La Secretaría de Marina (Semar) en la que los mexicanos depositaban su esperanza para combatir la corrupción y garantizar la paz, está en el centro del escándalo más devastador de los últimos años: una red de huachicol fiscal que operó con descaro desde la aduana de Tampico.

El capitán de navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez, jefe de la Unidad de Protección Portuaria en Altamira, apareció muerto dentro de una camioneta oficial en el recinto portuario.

La versión oficial habla de un “suicidio”, pero su nombre ya había sido señalado en las investigaciones sobre la red de huachicol fiscal y corrupción aduanal.

La muerte ocurre apenas días después de que el exdirector de la aduana de Tampico lo mencionara como parte de la estructura de sobornos y contrabando de combustibles.

Este hecho forma parte de una investigación federal que destapó una red criminal conocida como “huachicol fiscal”, operada a través de la aduana de Tampico y protagonizada por familiares de mandos navales.

De acuerdo con la información revelada del caso, la red cobraba cuotas millonarias por cada embarcación de combustible ilegal que entraba, mientras se falsificaban manifiestos de aditivos para aceites lubricantes.

El testimonio clave provino de un capitán convertido en testigo protegido, identificado con clave “Santo”, quien admitió haber recibido una parte de esos recursos y reveló una estructura de corrupción que involucraba a altos mandos navales y aduanales.

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“Me siento triste, impotente, avergonzado por no haber actuado antes, fui engatusado y manejado por esa persona”, declaró el implicado.

La pesquisar revelan que el grupo de funcionarios utilizaba documentación falsificada y complicidad en aduanas para introducir diésel al país evadiendo el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).

Con ello generaban pérdidas millonarias a las arcas públicas. La Unidad de Inteligencia Financiera identificó cuentas, depósitos y hasta pólizas de vida adquiridas con montos incongruentes. Se compraban coches de lujo, departamentos, viajes, seguros de vida…¿con sueldos de marinos? Les salió lo Beverly Hills de Peralvillo y eso los delató.

Las suspicacias están en el aire ya que tres días después de la visita a México de Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos se dio a conocer la detención de estos empresarios y marinos derivada del aseguramiento de 10 millones de litros de hidrocarburo en Tampico, Tamaulipas, en marzo pasado.

Pues vayamos viendo. Los marinos y militares manejan casi toda la obra pública del Gobierno Federal y no hay manera de saber cómo manejan millones de pesos de erario. Ya salió el primer revés, y lo bueno es que lo están denunciando…por presión de Estados Unidos, por supuesto.


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