El rol por Veracruz
¿Por qué hay 29 de febrero? Wikipedia: “La razón: el ajuste del calendario solar con el calendario gregoriano, que rige en nuestros días. Cada cuatro años, los calendarios tienen una particularidad: suman un día más, concretamente el 29 de febrero. Este hecho es una anomalía que se debe a que la Tierra no tarda 365 días exactos en dar una vuelta al Sol”. Camelot.
Fui de un pisa y corre, casi sin avisar a nadie, di la vuelta al Puerto de Veracruz y Boca del Río, con un calor perrón. Vienen los calores y el Carnaval del gran Pérez Fraga, bueno, del pueblo, él lo comanda. Un coctel de camarones en Memus del fraccionamiento Virginia y luego a buscar los tamales de elote, ahora en El Emperador (nada que ver con Orizaba), al pie del estadio Luis ‘Pirata’ Fuente, donde las máquinas están laborando, para ver si este gobierno alcanza a darle su manita de gato.
Mientras se llevan el agua de Veracruz a Tamaulipas y a Nuevo León, donde al gobernador ni las manos le dejaron meter, la señora tenía unas cuatro o cinco ollas, porque se dedican a hacer tamales de elote y de masa y de todo tipo. Tomé temprano el camino de regreso, por la parte antigua de la carretera federal. Para evitar ese gran congestionamiento que se da en Paso del Toro, que ya libraron un poco la autopista, pero quien viene del rumbo de Alvarado, es un sufrir y penar.
Llegué a Capulines, saqué una foto donde el antiguo ADO tenía su parada, allí hacían un alto en el camino cuando llegábamos de Tierra Blanca al Puerto, a oler el mar. Junto está la gran tienda de venta de quesos (En Orizaba, Planchú tiene unos de primera) y las cremas y las natas, para quienes les gustan las natas. El regreso sin tantos aspavientos. Uno tiene que llevar un navegante, como antiguamente lo hicieron Cristóbal Colón y Hernán Cortés, aquí no para sortear oleadas y vendavales, aquí para sortear que no te agarre un atasco, porque allí te quedas parado unas dos horas, como estaba la autopista de Capufe donde la cola llegaba de Orizaba a Córdoba y eso representaba un par de horas de estar ahí de momia, detenido y viendo pasar el tiempo. Conocedor de los vericuetos, tomamos la federal por Cuautlapan y llegamos al filo de las 9 de la noche. Así fue ese recorrido de pisa y corre.
El mejor gobernador (Mauricio Kuri Gonzalez)
Uno puede saber, por las mediciones que constantemente publican las agencias que se dedican a eso, saber quién o quiénes son los mejores gobernadores del país. Pero si uno ve notas de encuestas, no es de asombrar que el mejor gobernador del país debe ser un orizabeño, que se fue a radicar a Querétaro y allí hizo su carrera política, primero en la alcaldía de Corregidora, y luego de Gobernador. Sin tanto aspaviento, Mauricio Kuri González, a sus 54 años y después de haber sido senador del país y coordinador de los panistas, a la lamentable muerte de Rafael Moreno Valle, ganó la gubernatura con el 54.5 por ciento de los votos, y desde ese día se ha dedicado a darle certeza y grandeza al estado. Asombró a propios y extraños, una inversión que traerá la empresa Amazon de 5 mil millones de dólares, donde es su paraíso de sus centros de datos.
Los comentaristas serios políticos, le dieron difusión y el de Ciro Gómez Leyva, David Páramo, exaltó esa inversión y a su gobernador, que sin tanta alharaca como lo hizo el de Nuevo León con unas chelas en la mano, presumía que casi se hace compadre del inversionista, aquí Mauricio Kuri dijo que respetaba a Jeff Bezos, dueño de Amazon y que, bienvenida la inversión, que seguro dará empleos a Querétaro y será recordado como un excelente gobernador “Nuestra inversión en México refleja el compromiso a largo plazo de AWS con los clientes, para que puedan aprovechar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático”, dijo el de Amazon. El problema va a ser que, como Mauricio está joven, a su salida de ese gobierno es muy probable que el PAN lo arrope en su seno, de donde proviene, y lo hagan o presidente nacional o algún otro cargo, para tenerlo listo a la sucesión de 2030, donde seguro allí andará.
