El orden de los factores…si afecta el producto


En matemáticas simples se asegura que el orden de los factores no afecta el producto. Sume usted 3 más 2 o viceversa. El resultado será, inequívocamente, 5.
En política nunca es así. Dele un puesto importante a alguien y luego envíelo de embajador y las cosas son diferentes para los involucrados y quienes están cerca del sujeto que se cree intocable.
Esto viene a cuento porque las posiciones de los ya veteranos o nuevos en la grilla hacen prefigurar algo: Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) va ganando posiciones sin distanciarse de su maestro y creador: Andrés Manuel López Obrador.
Esto deberá hacer ella si quiere en realidad llevar a cabo las transformaciones que busca, realizándolas lenta, cuidadosa y metódicamente. Como es su estilo.
Decíamos en un texto anterior que nombrar a su equipo, algo que no hacían antes, era darle presencia y constancia ante todos.
El martes 2 de septiembre hubo dos cuestiones que dejaron claro: la Presidenta va avanzando en terrenos que no pudo o no quiso el de Macuspana.
Primera, en la foto de primera plana del impreso, Reforma, CSP está al lado de Hugo Aguilar, el nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), alguien que le deberá el puesto a la que maneja el Ejecutivo.
También quien liderará la Cámara de Senadores, Laura Itzel Castillo, hija del maestro Heberto Castillo, se encuentra muy cómoda a la diestra de Claudia.
Dos fichas nuevas y prometedoras, quienes no tienen que ver con las tan desprestigiadas corcholatas.
Ahora tenemos información que en el mensaje a la Nación de CSP, Adán Augusto no estuvo en primera fila sino hasta la cuarta (simbólico en grado extremo) y que Andrés Manuel López Beltrán, ocupó la quinta hilera, algo inusitado luego del retorno a las cámaras del personaje que andaba con amigos en Tokio.
Algunos más ni siquiera tuvieron derecho a estar en el recinto donde todos quieren figurar, abrazar y palmear a quien se encuentren a su paso con tal de salir en la foto.
La política, sabemos, empieza siendo un juego de apariencias, ya que estar en los sitios emblemáticos hace decir: “yo tengo interlocución con el poder y te puedo ayudar”.
La cercanía, aunque sea momentánea, logra que muchos piensen no sólo en el presente, sino en el futuro donde habrá oportunidad de corregir y escalar.
“Septiembre me gusto pa que te vayas”, cantaba el gran José Alfredo Jiménez. Muchos lo están sintiendo. Y quizá como decía el poético músico en esa misma canción: para algunos de ellos vendrá el “cruel adiós (en) la navidad”.
Tiempos nuevos a pesar de segundos pisos.