El líder como buscador de la felicidad
A lo largo del tiempo, al líder se le endilgaron distintos roles: pasó de ser el “elegido” del destino a un implacable regulador del trabajo de los otros, de un anacoreta lejano del trivial trabajo al impulsor, mentor e incluso “corazón” de la organización.
Durante la pandemia mundial del Covid-19 se reveló como una de las figuras a las que se les atribuía mayor confianza. Se popularizó entonces la capacidad de empatía y comunicación como cruciales en el liderazgo de la era exponencial. Pero hoy esto no basta, en sentido figurado y real, hoy se le adjudica al líder un protagónico papel de vida: el buscador de felicidad.
Rosalinda Ballesteros e Iván Guerrero, autores de Enfoque en Liderazgo Positivo, asumen que la satisfacción incide en que se logren resultados sobresalientes. Por ello tener un equipo exitoso se genera, en gran medida, cuando el líder cultiva el bienestar, un sinónimo de felicidad por autonomasia.
Hasta ahora, el llamado padre de la psicología positiva, Martin Seligman, develó los factores que inciden en la felicidad personal. Pero cada uno de ellos también pueden trasladarse al ámbito corporativo.
En la búsqueda de la felicidad existen huellas o un modelo integrado por positividad, involucramiento, relaciones positivas, significado y logro.
La positividad se refiere a la capacidad de disfrutar de las experiencias y cultivar las emociones. El líder puede catapultar esta característica con el elogio a los aciertos y buenas prácticas, a fijar la atención en los logros y recompensar acciones que aumenten la innovación, intra emprendimiento, productividad y otros.
El involucramiento, por su parte, se trata de concentrarse completamente en una actividad y enfrentar los retos que ésta representa. Este engagement puede impulsarse en los centros de trabajo con políticas de empowerment, capacitación, trabajo en equipo, conferencias y otros. En la medida que cada persona es dueña de su trabajo aumenta el involucramiento con las tareas a realizar.
Relaciones positivas es el tercer factor del “florecimiento de las personas”, como le llaman Ballesteros y Guerrero a los factores que propician la felicidad. Para gozar de relaciones satisfactorias se emplean herramientas como el perdón, la compasión y la amabilidad. Esta última es susceptible de establecerse claramente en los parámetros de la empresa mediante sus manifiestos y políticas. Como en todo, la actuación del líder se amula tanto como la emoción es que es“contagiosa”.
Encontrar significados (automotivación) es asumir que la vida tiene sentido y encontrar el significado en el trabajo. Es tener la capacidad de ver como lo que realizamos impacta positivamente en la vida de otras personas. Los líderes empresariales suelen documentar los resultados de la misión empresarial para compartirla con sus colaboradores mediante videos testimoniales o cartas de agradecimiento de clientes y usuarios finales. Esto permite visualizar que una tarea específica escala a niveles no imaginados.
El logro, finalmente, conecta con la sensación de proactividad y cumplimento personal que nos mueve a todos. Empresarialmente se impulsa a través del reconocimiento. El sentido de logro va más allá de la remuneración, es un todo en el que se conjuntan personas, diálogos, perspectivas y una política de gratitud corporativa.
Resumir esto implica que en la búsqueda de la felicidad el líder posee cinco caminos. En cada uno de ellos debe sembrar semillas que conformen organizaciones más comprometidas, resilientes y felices.
Quien decide inspirar y catapultar los dones de los demás, el verdadero líder, debe saber que una tarea esencial, la que debe emprender día a día para asegurar el mejor desempeño de sus colaboradores, es buscar la felicidad para ellos…y para sí mismo.
En una era donde la automatización y la tecnología ganan terreno momento a momento, es necesario humanizar perspectivas y crear nuevas rutas de disfrute y realización para todos. Las corporaciones y sus colaboradores no pueden poster o soslayar ya el nuevo rol del CEO, la C suite y los niveles gerenciales medios. Deben iniciar la nueva ruta y anticiparse al rol del buscador de la felicidad.
Después de todo, un líder debe establecer un efecto heliotrópico, o permanente búsqueda de luz, en él, su círculo personal y empresarial.