El gran negocio del Tren Maya
Vaya que las ocurrencias del Presidente Andrés Manuel López nos están saliendo muy caras a los mexicanos de todas las latitudes de este aún maravilloso país. Ahora resulta que el costo del Tren Maya, la megaobra salida de las ambiciones de aquel que siempre se dijo austero y que hasta ahora solamente ha venido mostrando y demostrando que es un pillo de siete suelas que ha aprovechado sus caprichos para construir una brutal fortuna que lo situara entre los hombres más ricos del mundo.
Pareciera una mentira que aquel que se señalaba como un hombre austero que solamente tenía un billete de doscientos pesos en su cartera, se haya convertido ahora en el mayor ladrón de la historia de este país. Aquel que encabezaría un gobierno humanista únicamente nos ha mostrado y demostrado que no es más que un ladrón de siete suelas que engaño a una Nación con la finalidad de enriquecerse groseramente.
Su cantaleta de que “vamos bien”, “yo tengo otros datos”, “encabezo un gobierno humanista”, “no somos iguales”, “abrazos y no balazos”, se quedarán como los pretextos para hurtar la mayor parte de los caudales públicos durante su administración, y para regar con sangre de hombres y mujeres todos los lugares del suelo patrio, con la permisibilidad que le ha otorgado al crimen organizado, para que las bandas delincuenciales se encarguen del dominio y control de los territorios en cada rincón del país.
Hasta ahora muchos hombres y mujeres que se han encumbrado a través del Movimiento de Regeneración Nacional, se han venido dando cuenta que ya resulta insostenible mantener el respaldo a un decrépito y senil mandatario, que hasta ahora sigue manteniendo una brutal sed de venganza contra aquellos que ha tildado como conservadores, ufanándose de mantenerlos a raya porque durante muchos años evitaron que se alzara con el poder.
Ahora trina contra aquellos que no lo dejaron gobernar, lo que no es más que un indicativo de que sigue manteniendo esa fantasía de que es un predestinado a convertirse en uno de los más grandes héroes de esta alicaída Patria. Lo que no ha entendido Andrés a Manuel López Obrador es que su destino final no será un altar donde se guarden sus restos mortales, de eso puede tener toda la seguridad, porque donde quiera que lo pongan ocurrirá lo mismo
por el contrario, donde sea que lo pongan, habrá miles de hombres y mujeres que maldecirán encima de su tumba como ocurre con el fenómeno de la tumba donde se guardan los restos de Antonio Severiano de Padua López de Santa Ana. De todos los gobernantes que ha tenido este país, cada quien tiene su lugar en la historia, y aunque sigue teniendo muchos adeptos el juicio de la historia siempre se será adverso. Así de simple