El año de Hidalgo
· Nada despreciables 40,000 mdp
· CTM rechaza fondo del bienestar
· No tiene sustento financiero: Aceves
Construir el actual sistema de pensiones del que goza México actualmente no fue cosa fácil y en su diseño participaron infinidad estudios en la materia para aterrizar en lo que ahora conocemos como cuentas individualizadas de los ahorros para el retiro, o sea que cada trabajador es administrador y dueño de su dinero al momento de su jubilación, con independencia de lo su nivel de ingresos y nadie, absolutamente nadie puede ni debe manipular esos recursos.
Si bien el modelo actual es susceptible de mejorarse y dispersar mayores recursos a los trabajadores para alcanzar niveles de bienestar más elevados, esto es posible mediante la creación de mayores y mejores empleos, lo que conlleva necesariamente a tener un mayor crecimiento de la economía. Por desgracia, ningún gobierno en las últimas tres décadas ha sido capaz de cumplir estas condiciones, para alcanzar dicho estadío.
En tiempos electorales como los que vivimos los mexicanos, con un gobierno opacado totalmente por la brusca y terca realidad y los innumerables desaciertos económicos, sociales y políticos que lo que único que han provocado es una polarización social, aquél pretende ahora echar mano de todos los recursos financieros a su alcance para disponer de dinero a diestra y siniestra.
En este contexto se perfila la creación del Fondo de Pensiones del Bienestar, con lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador, por más que oculte sus intenciones populistas electoreras, pretende la creación del sistema para oxigenar en el último tramo de su gobierno su proyecto político, aunque sobre eso también ya hay suspicacias por tratarse del último año de gobierno, mejor conocido como el “año de hidalgo”, o lo que es lo mismo ”chin chin el que deje algo”.
No son nada despreciables los 40 mil millones de pesos propiedad de los trabajadores que actualmente administran las Afores y que el gobierno quiere apropiarse dizque para tener un “fondo solidario de pensiones”. Ese dinero, al final de cuentas, advierten diversos analistas e incluso los propios trabajadores, el gobierno lo hará perdedizo.
Y quien más autorizado para hablar sobre el particular que el mismo Carlos Aceves del Olmo, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la mayor central obrera del país y que forma parte además del Consejo de Administración del Infonavit, la hipotecaria más grande e importante de América Latina que administra los fondos de vivienda de millones de trabajadores mexicanos.
“Más allá de cualquier agenda partidista o política, estamos hablando del futuro económico de millones de mexicanas y mexicanos, cuyos ahorros para el retiro requieren de una gestión sumamente responsable y transparente”, dijo el líder de la CTM.
Con ello la CTM manifestó su rechazo a la reforma al sistema de pensiones que se discute actualmente en la Cámara de Diputados, entre otras razones, porque no hay sustento financiero en la propuesta. Además, destacó que el proyecto debe revisarse, pero en un diálogo tripartita nacional que involucre a empleadores, representantes del gobierno y sindicatos.
Aceves del Olmo advierte sobre una profunda preocupación debido a que la creación de un “Fondo de Pensiones para el Bienestar”, es un “modelo que centraliza excesivamente los recursos de pensiones bajo el control del Estado mexicano, lo que puede comprometer la autonomía y seguridad financiera para el retiro de las y los mexicanos”.
Además, se plantea la transferencia de capital de diversas fuentes, como el de las Afores, sin mecanismos claros para su devolución en caso de ser reclamados, lo cual puede interpretarse como una apropiación indirecta de los ahorros de las y los trabajadores.
Para el representante sindical no hay certeza de que dicho fondo tenga suficiente dinero para garantizar buenas pensiones en el futuro. “El posible acelerado incremento en los compromisos de gasto y el aumento del presupuesto en este rubro, en caso de prosperar la reforma, es una amenaza para la viabilidad de las finanzas públicas”.
La propuesta, enfatizó, carece de sustento financiero y podría poner en peligro las pensiones de los jubilados y de las futuras generaciones de trabajadores. Es claro pues el rechazo generalizado a la medida populista electorera de AMLO y sus secuaces en el Congreso de la Unión.
