El agua en los aparejos
Sin lugar a dudas al Presidente le está llegando el agua a los aparejos como se dice en el argot popular. Y eso quiere decir que el inquilino de Palacio Nacional debiera estar preocupado por lo que se está concitando en el vecino del norte, respecto de sus presuntas ligas con el crimen organizado, y la permisibilidad para que las bandas del narcotráfico hagan lo que les venga en gana en todo el territorios de este país.
Nos es un circunstancia fácil de evitar, porque hasta ahora las acusaciones que se han venido mencionando, de resultar ciertas, tendremos en el corto plazo a la DEA encima con todas las posibilidades de incriminarlo, y lanzar una alerta mundial que lo convertiría en un sujeto de alta peligrosidad para los intereses de Estados Unidos, y eso quiere decir que podría generarse una orden de detención en el corto plazo.
Si se llegaré a presentar una circunstancia como la que muchos mexicanos avisoramos, Andrés Manuel López Obrador tendría que buscar refugio en Cuba, pero el problema es que las acusaciones no tan solo irían contra el Presidente de la Republica, porque las evidencias señalan que los hijos están metidos en todo ese berenjenal de actos de corrupción que han venido protagonizando.
Desconozco si el propio Mandatario sea quien autoriza ese tipo de transacciones a sus hijos, porque de ser así podemos decir que ya perdió el piso pensando que él es quien manda, porque es el Presidente de la Republica que todo lo coordina y todo lo dispone, y que no habrá investigación alguna porque él está por encima del titular de la Fiscalía General de la Nación, y tendrá que obedecer sus órdenes.
En lo personal, y acudiendo al caló utilizado en estas circunstancias de este país, desconozco si el señor Alejandro Gertz Manero ya le haya “medido el agua a los camotes”, porque su inactividad ante los hurtos descarados de los hijos presidenciales han sido registrados por la mayoría de los mexicanos, y hasta ahora ha sido un cómplice pasivo porque nunca ha iniciado carpeta de investigación alguna.
Y ni que decir del sujeto llamado Almicar Olán, que con una desfachatez que raya en lo más cínico e imperdonable, se le escucha en algunas conversaciones señalando que tendrán que caminar de lado porque las maletas de dinero son muy pesadas. Bien lo ha señalado Carlos Loret, quien se ha convertido en el principal referente del periodismo de investigación después de que el propio Presidente de la Republica dio la orden de que muchos saliéramos de los medios de comunicación en los que trabajamos durante muchos años. La buena noticia es que ya se va, y no tendrá fuero que detenga posibles acusaciones que podemos decir que se van a multiplicar. Los agravios han sido muchos. Al tiempo.