Dice Xóchitl que ya emparejó
* Asegura estar a puntos de Claudia
* Las elecciones para el dos de junio
Durante las primeras horas del día, la candidata Xóchitl Gálvez Ruiz, aseguró que ya empató a su oponente, Claudia Sheinbaum Pardo, a un mes de que se lleven a cabo los comicios del domingo 2 de junio.
De ser verdad lo anterior, para Xóchitl, se aplicaría a la vieja frase muy singular en todas las competencias “Caballo que alcanza gana”; parte de la naturaleza que tenemos muy arraigada; ganar significa todo, pero ir perdiendo y eventualmente, contra viento y marea, ganar, vale doble.
Y, para Claudia Sheimbaun, la también en contraparte: “Arrancada de caballo brioso, llegada de penco manso”, ello, porque empezó hasta las nubes como un porcentaje se ha semejado que la contienda ya la tenía en la bolsa amarrada y solamente era cuestión de esperar a fecha para triunfar.
No debemos dejar a la zaga que en todos los concursos en general, los protagonistas, siempre afirman que ganarán; es un recurso de carácter comercial y político, como es en este caso, que se disputan el porder del país.
Xóchitl, expresó muy optimista que, “El arroz se les quemó. Van a tener que hacer un nuevo arroz. Estábamos a cinco puntos, con el debate estamos empatados y vamos a ganar”
Las encuestas que se realizan le dan una ventaja de entre 10 y 15 puntos a Claudia Sheinbaum y, Xóchitl aseguró que empató y que sólo está a cinco puntos.
Pero, la única verdad será demostrada del próximo dos de junio que se llevará a cabo la elección, los días corren vertiginosos y la fecha está a unas cuadras para despejar las dudas y saber quién de las dos tuvo la razón.
Debemos remarcar que, así como el PRI, tuvo su absolutismo por casi 80 años de tal manera que era común escuchar a los ciudadanos, pregunta, quién era el candidato tricolor y al saber el nombre, resignados expresaban: “Ése es el que va a ganar”.
Con Vicente Fox, arropado por George W. Bush, entonces presidente de Estados Unidos, desplazó al PRI y desde entonces hegemonía tricolor se debilitó, que tuvo un respiro con el triunfo de Enrique Peña Nieto, quien, en la primera oportunidad, la trastocó.
AMLO, inauguró la llegada de la izquierda al poder de la nación y se esperaba mucho de él, que hizo una buena campaña, con el slogan contra la corrupción, que pegó con tubo demoledor, gracias a la herencia de corrupción fenomenal del Peñismo que caló en la conciencia nacional.
El presidente, tiró al cesto de la basura aquel discurso de iniciación en 2018, plagada de promesas que todo mundo aplaudió, pero, pronto surgió la corrupción que él atacó, encabezada por una legión de familiares, la más delicada, la de sus hijos que han actuado corrompidos con el apoyo presidencial y eso lo acabó.
La imagen del mandamás, está muy aboyada con el lógico desgaste del sexenio que casi ha terminado y no se tarda en presentar otra frase histórica popular: Viva el Rey y el rey se morirá. Si llega Claudia, Pataleará.