Dia tres hala Madrid
Viajar es lo único que compras y te hace más rico. Camelot.
Siempre a través del tiempo y dependiendo las circunstancias. En este viaje imprevisto, no programado, de los de venir casi de pisa y corre porque hay que regresar a votar por Pepe Yunes, según mi concepción precisa de que este Estado de Veracruz no aguanta otros casi seis años de ineptitud. Por eso y por muchas cosas más, porque Pepe es un hombre serio y decente y honrado, un buen gobernante que sacara a Veracruz de este hoyo y de esta oscuridad en que se encuentra por parafrasear a Churchill en tiempos de guerra y bombardeos. Ya se van, dicen los convencidos.
Pero estoy en Madrid y no tardo y tomo el vuelo de regreso. Ha querido el destino que cada que venga encuentre un juego del mejor equipo del mundo, Real Madrid. Ahora lo harán en sábado ya como campeones de liga y finalistas de la Champions, contra el Betis en el Bernabéu casi ya remodelado y listo para conciertos, viene Taylor Swift el 29 y 30 y Luis Miguel en julio. Este juego no tendría la menor importancia, diría Arturo de Córdoba, sino fuera porque es lea despedida en liga y en España del gran Tony Kroos. Hoy anduvimos por la señera tienda del Real Madrid de la Gran Vía y ya no hay camisetas. Agotadas todas.
Y en el lado de enfrente el Barcelona cesa a Xavi, uno de sus héroes, así a veces los ingratos tratan a sus gentes leales. Pero estaba en la tienda del Real Madrid, bulle y las cajas no dejan de sonar, las prendas son caras y hay veces que es más negocio la venta de camisetas y souvenirs que las mismas entradas, por eso estos clubes se dan el lujo de pagar millonadas por sus jugadores.
Una gorra vale 25 euros, un llavero 19, las camisetas, la de Bellingham, que no hace más goles que Vinicius, se dejan pedir 130 euros, que eso es una barbaridad, de los demás conjuntos ya ni les digo, el lunes que voy a comparar algo les pongo los precios. Veremos irse al alemán, un jovencito que llegó de la pobreza a enrolarse.
Los precios
Suelo exhibir los precios madrileños. El Metro anda entre 1.50 y 2 euros, dependiendo el lugar. Una botella de agua, 3.80, un refresco 4 euros, ochenta pesotes nuestros, una copa de vino de la casa, 10.60, si ya quieres un filete de ternera, 19.60, multipliquen todo por 20 que vale el euro aproximadamente. Hoteles ya hay de todo tipo, algunos 150 euros en esta zona y hay Airbnb que son más económicos, desde 70 euros.
La tienda de Zara de Amancio Ortega, el más rico de España que ya superó a Carlos Slim solo vendiendo trapos, está en oferta, desde 300 pesos encuentra uno chamarras buenas y camisas perronas. Compré cuatro libros, uno de Eslava Galán de la Revolución Francesa, y La Crisis de los Misiles, cuando Kennedy se enfrentó a Kruchev, aquellos 13 días que paralizaron el mundo; el más reciente de la escritora española Rosa Montero, escritora de El País y uno de Carmen Polo, la nieta de Franco, los libros oscilan entre los 21 a 27 euros. El café 3.80. Pero hay lugares muy baratos para comer, si uno se anima puede caminar las calles aledañas a la Gran Vía y encuentras paellas con su vino o refresco por 14 euros, y dan a reventar, como para ya no cenar.