DESAPARECIENDO A LOS DESAPARECIDOS
No cabe duda que los principales narradores de la mal llamada Cuarta Transformación andan muy solícitos en eso de relatar la historia del Maximato encabezado por Andrés Manuel López Obrador y que ahora comanda la Señora Claudia Sheimbaun, quien hasta ahora ha venido dando muestras de que le queda muy grande la Presidencia de la República, así como grande fue el fraude que cometió con la UNAM cobrando treinta años un salario sin presentarse a trabajar.
Por lo pronto habrá que señalar que durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se realizaron ciento noventa y nueve mil seiscientos diecinueve asesinatos, cifra que no tiene parangón con los gobiernos anteriores, por lo que podemos afirmar sin temor a la equivocación de que el Sexenio de Andrés Manuel López Obrador ha sido el sexenio más sangriento de la historia reciente de este país.
Pero también habrá que señalar que aunque no haya habido connivencia del Crimen Organizado con el Gobierno del tabasqueño, sí hubo una perniciosa complicidad que provocó una brutal guerra hasta ahora ha estado vigente y que por desgracia la Señora Sheimbaum no sabe que es lo que ocurre, como ocurre, y cuáles serían las consecuencias de lo que ocurriría de seguir la misma estrategia de su antecesor.
No es lo mismo sonreír que rendir cuentas, y hasta ahora las cuentas de la señora Claudia Sheimbaum no son las que los mexicanos esperábamos, porque sigue sin tener una estrategia de contención con el crimen organizado, y desde luego que su obligación es resguardar la seguridad de los mexicanos, esa que hasta ahora sigue estando a la buena de Dios porque quienes mandan en el país son los criminales.
Colectivos de búsqueda, organizaciones de derechos humanos y personas defensoras, han exigido al Gobierno de Claudia Sheimbaum una investigación inmediata sobre el hallazgo del campo de exterminio con tres hornos clandestinos en el que se encontraron restos humanos en Teuchitlan, Jalisco, un crimen de lesa humanidad que ha mostrado y demostrado lo que siempre se negó, la sistemática desaparición, reclutamiento forzado y exterminio de personas.
Resulta dantesco lo que hemos estado viendo en los medios de comunicación, y esa circunstancia debiera ser motivo suficiente para que el inquilino de Palenque estuviera en la cárcel, porque él fue quien permitió esas barbaries que se generaron en todas las latitudes del país. Andrés Manuel López Obrador tiene que ser enjuiciado, y si la señora Sheimbaum no lo acepta, ella misma estará siendo culpabilizada en el futuro, porque esos crímenes no tienen caducidad. Al tiempo.
