David Cabañas Barrientos, un histórico de la lucha armada revolucionaria en México.

Por Julio Cesar López
–¿Cómo les explico que David Cabañas Barrientos no es David Cabañas Barrientos?
–¿Cómo les digo que Lucio Cabañas Barrientos es Lucio Cabañas Barrientos, pero en realidad, en una situación normal, debió llamarse Lucio Cabañas Gervacio?
–¿Cómo les explico que, efectivamente, los dos, Lucio y David, son hermanos de madre —Rafaela Gervacio Barrientos—, pero no de padre?
Pues así de simple. Se los diré como David me lo contó: Cesáreo Cabañas Iturio se llamó el padre de Lucio. Juan Serafín Martínez fue el padre de “David”; quien en realidad se llama Alejandro Serafín Gervacio; según su propia voz y de acuerdo a los documentos oficiales.
(Los dos, Cesáreo Cabañas y Juan Serafín, murieron de manera violenta; asesinados).
Y claro que no se los diría yo, sino porque David mismo lo platicó en la conferencia que dictó en la Facultad de Ciencias Sociales de la Unach; en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; el pasado 29 de enero.
En realidad, ese día, la revelación no me agarró desprevenido, porque a mí me lo contó en una larga conversación, un día antes, en una casa engalanada con fotos de colibríes y quetzales y ese día sí que me sorprendió porque siempre creí que su nombre real era David Cabañas Barrientos.
Así, como David Cabañas lo conocí el día que me hizo favor de acompañar en la presentación de mi libro, La revolución imposible; en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca; el 3 de diciembre del 2024.
Así lo había visto consignado en diferentes periódicos, desde que estuvo preso, en 1990; tras ser detenido por conducir un auto sin placas, nuevecito, en la Calzada Ignacio Zaragoza, en la Ciudad de México.
En esa ocasión, recuerda David, viajaba armado y llevaba propaganda subversiva. A su lado, Gabriel Cruz Sánchez (Leonel), uno de los desaparecidos políticos que aún reclama lo que quedó del Ejército Popular Revolucionario (EPR). Gabriel, pudo escapar esa vez, corriendo entre el mar de autos, y su desaparición data de mayo del 2007.
En ese momento, David y Leonel formaban parte de la Dirección Nacional de la alianza del Partido de los Pobres (PdlP) y el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP), organización que más adelante dio origen al EPR, ya sin él.
De las pocas preguntas indiscretas que le hice a David, fue si él fue partícipe de la alianza del PROCUP-PdlP y me respondió que sí y que lo hizo junto a El Moreno (+). De parte del PROCUP, los dos hermanos Cruz Sánchez.
El contacto se estableció en la Universidad Autónoma Chapingo; según su propia versión.
Otra revelación de David fue relacionada con la muerte de Lucio Cabañas; en El Otatal, en Tecpan de Galena, Guerrero; el 2 de diciembre de 1974; hace 50 años. Según David, Lucio se habría quitado la vida, ante la inminencia de la muerte, o peor aún, de su posible captura.
De acuerdo con su versión, Lucio Cabañas Barrientos, el mítico fundador del Partido de los Pobres tendría un balazo de M2 en la cabeza; con trayectoria de abajo hacia arriba; lo que implicaría que él mismo se habría suicidado.
Vaya revelaciones de David, quien además contó que la militancia del PdlP se limitó a 102 alzados; mientras los desaparecidos de su familia siguen siendo 152; entre ellos un hermano que participó en las negociaciones para el cobro del rescate del entonces Senador Rubén Figueroa, en 1974.
–¿Qué más les cuento de este histórico luchador social? Bueno, de lo que ha contado él; que a los 10 años se quedó huérfano de padre y se tuvo que hacer cargo de la familia; que aprendió a leer y escribir a los 13 o 14 años; que se alzó en armas a los 20 y que cuando estuvo en la cárcel fue torturado brutalmente (picana, toques eléctricos, pocito, asfixia), hasta obligarlo a soltar un domicilio, donde fueron capturados Felipe Edgardo Canseco Ruiz, Ana María Vera Smith y Blanca Lirio Muro Gamboa; hecho que aún lamenta.
En la Facultad de Ciencias Sociales de la Unach, David contó que en la guerrilla siempre trató de ocultar el parentesco con Lucio (se hacía llamar Juan); hasta que resultó inevitable que sus compañeros de armas lo supieran. Después de la muerte de Lucio, la policía lo buscó como David Cabañas Barrientos y así fue que se le quedó el nombre.
“El parentesco no es lo importante. Lo más importante es que comparto totalmente el pensamiento de Lucio; comparto su proyecto de vida y sigue siendo nuestro guía en Izquierda Democrática Popular (IDP)”; organización creada por ex militantes de la guerrilla del PROCUP-PdlP.
“Lo revolucionario –dice David Cabañas—es decir la verdad. Yo he sido revolucionario la mayor parte de mi vida y yo no soy David; yo no soy Cabañas y yo no soy Barrientos”.
Pero sí es el hermano de Lucio Cabañas; símbolo de la lucha armada revolucionaria en México. Lucio es el símbolo y David un histórico; un imprescindible en la historia de la guerrilla mexicana.
Cualquier cosa que yo diga es poca para describir a David; por eso los dejo con lo que me escribió la doctora Leticia Canseco: “Sin lugar a dudas, estás con el mejor de todos los que has entrevistado”.