Crisis financiera del gobierno “Adancista”
El adeudo desde hace dos años de los 35 millones de pesos a transportistas que recién fue revelado, la falta de pago a proveedores que van y vienen de la Secretaría de Finanzas y la incertidumbre de que no tenga el dinero para pagar los aguinaldos a la burocracia estatal y al magisterio, es como está concluyendo la administración de Carlos Manuel Merino Campos y que busca heredarle una crisis financiera y política al gobierno que a partir de septiembre encabezará Javier May Rodríguez.
En cualquier momento también explotará la inconformidad de los profesores del Colegio de Bachilleres a los que les adeudan pagos de prestaciones de ley como el aumento salarial, por decir lo menos, y que sus dirigentes sindicales han mantenido a raya por petición del Gobierno.
Parece que Carlos Manuel Merino Campos -encargado de despacho y que nunca realmente ha ejercido como gobernador por vivir a la sombra de su amigo Adán Augusto López Hernández- está apostando a reventar el próximo gobierno al dejar unas arcas vacías que no permitirán hacer frente a la millonaria deuda que atisba y al hueco financiero que muestra una desaseada administración de los recursos públicos.
En el proceso de transición en curso, lo menos que se le puede exigir al gobierno saliente que encabeza formalmente Carlos Manuel Merino Campos es que rinda cuentas públicamente – aprovechando sus tardías conferencias de prensa- e informe a los tabasqueños a cuánto asciende la deuda que mantiene con proveedores y que diga si cuenta o no con los recursos para pagar las prestaciones de fin año a los trabajadores del Estado y al personal de las universidades públicas.
En todo su derecho, el gobierno entrante no debería recibir una administración que se ha distinguido por la opacidad en el ejercicio del presupuesto público y que a dos meses de concluir su gestión ha entrado en una espiral de crisis financiera derivado por la falta de dinero para hacer frente a los adeudos que amenazan con generar un escenario similar al que tuvo en su ocaso la administración en el 2012 del entonces gobernador Andrés Granier Melo que provocó que los proveedores llegarán al extremo de bloquear avenidas y provocar un caos en la capital tabasqueña.
Los tabasqueños tienen también todo el derecho de conocer las condiciones financieras en las que el próximo gobernador recibirá el Estado, para que quede muy claro que la crisis que se vive ahora y que podría extenderse a finales de año por la falta de dinero para pagar a proveedores y prestaciones de fin de año, es culpa única y exclusivamente de los gobiernos que encabezaron Adán Augusto López Hernández y su amigo Carlos Manuel Merino Campos.