Cofece y decreto, se enrarece el sector ferroviario
Una investigación por monopolio a los trenes de carga se suma al ultimátum de este 15 de enero para que empresas de la industria digan si participan en los siete proyectos propuestos por AMLO.
Por: Norberto Vázquez.
Un sector estratégico para la movilidad de mercancías se está viendo envuelto en una ola de contratiempos. Tan es así, que desde la privatización de los ferrocarriles que se orquestó desde diciembre de 1996, por la administración del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, el sector no mostraba severos dilemas.
Vayamos por partes. Luego de que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), anunciara el pasado 10 de enero el inicio de una investigación por posibles barreras a la competencia en el mercado del servicio público de transporte ferroviario de carga, la industria avícola, a través de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), dio a conocer que dará seguimiento a este caso.
El sector avícola espera que esta investigación genere una dinámica renovada en los servicios ferroviarios en México, a fin de fortalecer la competitividad de todas las actividades económicas involucradas, incluyendo la ferroviaria.
Según la UNA la industria traslada diariamente, a través de la red ferroviaria, insumos esenciales (como maíz y pasta de soya, principalmente) que son utilizados para la alimentación de las aves y la producción de huevo y carne de pollo, las proteínas de origen animal de mayor consumo en el país.
Y es que la avicultura es la actividad pecuaria que consume el mayor volumen de granos forrajeros en el país, calculado en 17 millones de toneladas, de las cuales 10.6 millones corresponden a granos forrajeros (maíz), 3.4 millones son pastas y oleaginosas, y 2.9 millones otros ingredientes; insumos que en parte son transportados en ferrocarril.
De ahí la importancia de este medio de transporte y su impacto en el sector. De acuerdo con la Cofece, el servicio ferroviario de carga en México transportó 24.6% del total de las mercancías agroalimentarias durante 2022.
Adicionalmente, el mismo organismo responsable de regular y garantizar la competencia, ha hecho énfasis en el potencial que representa el sistema ferroviario de carga para la reubicación de las empresas en México (nearshoring) y en el desarrollo económico del país.
¿Pero porqué en estos momentos de investiga un posible monopolio?
Cabe señalar, que el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó el pasado este 20 de noviembre un decreto para la creación de siete rutas de trenes de pasajeros, adicionales al Tren Maya y al Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
A través del Diario Oficial de la Federación (DOF), el mandatario mexicano declaró área prioritaria “para el desarrollo nacional” el Sistema Ferroviario Mexicano, por lo que las nuevas rutas correrán -en su mayoría- por vías férreas concesionadas entre 1996 y 1999.
Estas rutas deberán considerar preferentemente las estaciones que se encontraban en operación antes de 1995, indica el documento.
El decreto afirma que los trenes de pasajeros son económicos, menos contaminantes (con el potencial de convertirse en transporte eléctrico), más seguros y la mejor alternativa para incrementar la movilidad de la población en las principales ciudades.
E aquí el dilema. Los interesados debieron presentar sus propuestas ante la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes a más tardar el pasado 15 de enero de 2024.
¿Por qué? En caso de que los concesionarios no presenten propuestas viables en inversión, tiempo de construcción y modernización o no manifiesten su interés y aceptación en el plazo establecido, el Gobierno Federal otorgará títulos de asignación a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) o a la Secretaría de Marina.
Solo Canadian Pacific Kansas City, ha señalado que se está revisando el proyecto de decreto y sigue colaborando directamente con el Gobierno respecto al posible servicio ferroviario de pasajeros en ciertos corredores ferroviarios de carga existentes.
Un sector olvidado por lustros vuelve a estar en el ojo del ambiente empresarial y político. Veremos en que acaba todo estos, por lo menos, no se han olvidado de un sector estratégico para el comercio nacional e internacional.
