Ciencia ficción a la mexicana


Sin los millonarios efectos especiales o los best sellers del género, la ciencia ficción nexicana tiene que recurrir al ingenio y la imaginación.
Ittu ninu de Itandehui Jansen es una extraña visión sobre el futuro y la migración hablada en mixteco. La acción transcurre en el año 2084 en una ciudad europea a la que han llegado Angel (el tambien guionista Armando Bautista García) y Sofía (Alejandra Herrera).
El es un biólogo que ha conservado semillas originarias mientras ella recicla computadoras.
Los dos se encuentran controlados hasta el más mínimo detalle. se les raciona hasta el agua que consumen y se les prohibe hablar entre ellos, por lo que utilizarán el mixteco para comunicarse por carta.
En 2033 de Francisco Laresgoiti, México se ha convertido en un estado fascista que controla a la población con una droga pacificadora que elimina la fe religiosa y la libertad. Pablo (Claudio Lafarga) se unea a Lucía (Sandra Echevarría) en la lucha de los creyentes contra el régimen opresor.
De día y de noche de Alejandro Molina muestra un mundo sobrepoblado en el que las personas deben compartir un mismo lecho, unos de día y otros de noche, mientras trabajan.
Depositarios de Rodrigo Ordoñez versa sobre los peligros de la clonación y Sleep dealer de Alex Rivera sobre la explotación tecnológica.
La cinta animada de Gabriel y Rodolfo Riva Palacio Marcianos contra mexicanos sobre unos astronautas nacionales.
Leopoldo Laborde filmó en 1997, Utopía siete en la que un grupo de jóvenes rebeldes lucha contra una sofisticada computadora y antes hubo curiosidades como Gigantes planetarios o Santo contra la invasión de marcianas tan potables como Eva Norvid, Maura Monti, Belinda Corel y Gilda Mirós.