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Charricos, doble moral

Charricos, doble moral

Lo inevitable

Hay muy pocos que no sientan orgullo que una empresa tabasqueña conocida comercialmente como Charricos vaya creciendo y consolidándose en el mercado local, nacional e internacional (envió hace algunos meses su primer en embarque a Holanda).

Sus productos -de los que soy un habitual consumidor – se han convertido en una referencia de Tabasco y su propietario, el empresario Eliazar Cabrera Paredes, en un ejemplo de trabajo, esfuerzo y perseverancia.

En el 2024, de hecho, Eliazar Cabrera Paredes fue reconocido con la medalla al mérito empresarial que le otorgó el Consejo Coordinador de Tabasco.

Lo que muchas veces olvidamos en este y en otros muchos casos, es que en el éxito de las empresas y de sus propietarios el trabajo del personal de todas las áreas es lo que lo hace también posible y sostenible.

Apenas ayer, mediante una denuncia pública de la que hizo eco La Chispa Transmedia y que Sin Remitente retomó, los trabajadores revelaron la negativa del dueño de la empresa para pagarles las utilidades que obtuvo durante el año pasado como establece y obliga la Ley Federal del Trabajo.

Además, los trabajadores que amagaron con un paro laboral aprovecharon la oportunidad para exigir mejoras a sus condiciones laborales y salariales.

El empresario que mal entiende e interpreta erróneamente el respeto y reconocimiento de sus pares y de las autoridades de gobierno que no han escatimado en apoyarlo como fue e evidente durante la pasada Feria, quiere obligar a los trabajadores a que acepten una bolsa de productos “y unos pesos”. En un abierta ilegalidad y falta de reconocimiento a sus trabajadores que solo están solicitando lo justo.

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A la vista de todos, si hay una empresa boyante que patrocina cualquier evento y que tiene una presencia comercial en negocios pequeños y grandes como los centros comerciales (Walmart, Chedraui, Soriana) y cuyas altas ventas la tienen hoy con una alta demanda de productos de parte de la gente, es precisamente Charricos.

Es válido que el empresario Eliazar Cabrera Paredes disfrute del éxito y que se tome sus vacaciones en familia en el extranjero, se lo ha ganado, por supuesto, pero debe aprender a ser un propietario y jefe justo, con sus trabajadores que no regatean su trabajo y que han sido artífices del crecimiento de Charricos.

Es triste que un empresario que viene de la cultura del esfuerzo y que se presenta como modelo a seguir, sea un explotador de sus trabajadores que seguro tienen todo el apoyo moral de los tabasqueños a su paro anunciado para exigir lo que por derecho les corresponde. Que así sea.


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