Burócratas en el pasado, hoy expertos
Los medios en México encontraron una manera de tomar partido de manera más discreta, ante el inminente triunfo de Morena en las próximas elecciones pero no por ello dejan de pugnar por la inconsistencia que como la esperanza, muere al último.
Así, un método infalible para cuestionar a la actual administración es darle voz a los funcionarios de gobiernos anteriores, cuyos partidos integran ahora el frente opositor y todos sabemos las respuestas de esos ex funcionarios a quienes no dudan los medios convencionales en bautizar como “expertos”, a pesar de su demostrada ineficacia.
Un ejemplo claro de esta tendencia por buscar las críticas al actual gobierno a través de los funcionarios públicos del pasado es el problema del agua, situación que es grave y debe tener información no sólo precisa sino realista; sin embargo, el panista José Luis Luege Tamargo, extitular de Conagua, advirtió que la contaminación del agua que afecta a la alcaldía Benito Juárez puede extenderse en caso de que no se tomen las medidas pertinentes. Fue invitado por la alcaldía Benito Juárez, es decir Santiago Taboada, a dar una conferencia sobre el tema, donde en sus dotes adivinatorios señaló que el hecho de que la fuente de agua contaminada sea el pozo Alfonso XIII, ubicado en Álvaro Obregón, incrementa la gravedad del asunto, toda vez que está conectado con otros.
Quién puede creerle aunque diga la verdad, en medio de esta organizada obra teatral politizada al máximo.
La derecha se organiza de tal manera a partir de sus “expertos” del pasado que incluso puede impedir que algún funcionario llegue a la antesala de la candidatura de la Presidencia de la República, o a cualquier otro cargo, como sucede con la Comisión Independiente de Investigación que se creó para ese objetivo con el disfraz de evaluar los estragos del Covid 19, como manera de prevenir en futuras pandemias a la población.
Desde luego el ataque es feroz en las “investigaciones” de este grupo, pero como sucede con el problema del agua, los integrantes de dicho grupo son más militantes de la derecha que científicos, salvo una o dos excepciones.
Los integrantes brotan corrupción con sólo conocer sus nombres:
Sergio Aguayo, académico de ultraderecha; Mariana Campos, directora general de México Evalúa, empresa que trabaja para Xóchitl Gálvez; Julia Carabias, bióloga, ex esposa de José Woldenberg, y usurpadora de cargos en la UNAM por dedazo; Enrique Cárdenas, economista. Ex candidato del PAN a la gubernatura de Jalisco; José Ramón Cossío, ministro en retiro de la Suprema Corte, sistemático crítico de la 4T y con intereses evidentes en fallos fuera de la ley; Julio Frenk, exsecretario de Salud en el sexenio de Vicente Fox; Amanda Glassman, asesora Ejecutiva del Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo; Eduardo González-Pier, director Técnico Senior de Financiamiento de la Salud en Palladium; Tonatiuh Guillén, primer titular del Instituto Nacional de Migración de la 4T, quien debió abandonar el cargo por traición al movimiento; un kukuxklán disfrazado de científico, Antonio Lazcano, se autodenomina biólogo y científico; Carlos Mancera, economista del ITAM, subsecretario de Planeación y Coordinación en la SEP con Zedillo; María Elena Medina-Mora Icaza, directora general del Instituto Nacional de Psiquiatría, en ceremonia que presidió el secretario de Salud Pública, José Ángel Córdova Villalobos, en el sexenio de Felipe Calderón;
Sylvia Schmelkes, socióloga, presidenta del Instituto Nacional de Evaluación de la educación en el sexenio de Peña Nieto; Jaime Sepúlveda, epidemiólogo, hermano de quien fuera secretario de Relaciones Exteriores con Miguel de la Madrid.
Este equipo de activistas de derecha evalúa las medidas adoptadas por México, en cuyas investigaciones responsabiliza a Hugo López Gattel de haber dejado morir a miles de mexicanos por negligencia.
Esta iniciativa, conocida como la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de Covid-19, está conformada por 17 académicos y especialistas de diversas disciplinas, liderados por Jaime Sepúlveda, epidemiólogo y director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California.
Aseguran sus miembros que la Comisión opera de manera independiente de cualquier institución o afiliación política, y sus integrantes no reciben ninguna compensación económica por su participación.
Los anteriores personajes difícilmente pueden tener credibilidad en una organización que no se creó de manera espontánea sino con fines única y exclusivamente políticos. Crearon la comisión para golpear a la 4T e impedir que Hugo López Gatell continuara con su carrera política, porque lo toman como un enemigo a vencer, porque mientras más lucimiento tenga el epidemiólogo, menos valor tienen sus endebles consignas y juicios imaginarios sobre la pandemia. Difícil saber cuántos muertos pudieron sobrevivir o cuantos estaba al borde la muerte y sobrevivieron. Lo cierto es que si el PRIAN hubiera estado en el poder hubieran muerto muchos más mexicanos.
