Beltrones y otros cuates
La reaparición de Manlio Fabio Beltrones y Xóchitl Gálvez en una fotografía es la mejor propaganda que pueda tener Morena en estas elecciones. Manlio considerado un santón para los priístas no sólo por su permanencia en cargos a costillas de los mexicanos sino por lo que significa pertenecer al PRI en los tiempos de auge de la corrupción, junto a un personaje que ni siquiera cabe en una fiesta infantil como payasita, advierte la calidad intelectual y moral de la oposición.
El regreso de los corruptos más corruptos y su combinación con la gente menos preparada de la política conservadora habla de que la oposición existe por un milagro llamado dinero. De otra manera, difícilmente tendrían registro el PAN y el PRI.
La combinación de lo más sucio que hay en el país, lo más podrido de la especie humana se unifica para dar cabida a una especie de alianza, que se reúne con sus más disímbolos personajes, acusa una desesperación que bien podría desaparecer sin que se dieran cuenta la mayoría de los mexicanos.
El 10 de junio en Andorra se reabrió el expediente de Manlio Fabio Beltrones y su hija Sylvana Beltrones, senadora del mismo partido que su padre, quien a sus escasos 26 años ocultó 10.4 millones de dólares. Una de las alumnas más avanzadas de Manlio Fabio.
El magistrado Joan Carles Moynat, de la Sección Especializada 1 de Andorra, remitió el pasado marzo una comisión rogatoria a las autoridades mexicanas en la que solicita la declaración por videoconferencia de Beltrones y de su hija única.
Manlio Fabio fue espía y torturados de la dirección Federal de seguridad, cómplice del represor, el capitán del Ejército, Fernando Gutiérrez Barrios, amigo y compañero de “trabajo” del asesino Miguel Nassar Haro, entre muchos otros atentados a la integridad física y mental de los mexicanos, y ahora quiere resurgir como el paladín de la justica y la democracia.
Se señala a Beltrones como el jefe de la Cosa Nostra mexicana, debido a su poco transparente desempeño en cualquiera de los cargos que se le quiera revisar, donde mientras más profundo se busca se encuentra mayor opacidad y señalamientos de lavado de dinero, espionaje y miembros del crimen organizado.
Comenzó su carrera de engaños en 1976, con Fernando Gutiérrez Barrios, todo un maestro de la persecución política.
Beltrones se convirtió en dirigente del PRI en Sonora. En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, fue subsecretario de Gobernación, ahí se reencontró con su faro de luz, Fernando Gutiérrez Barrios. Así, ganó la gubernatura de Sonora en 1991, estado cuya pobreza creció exponencialmente durante su mandato.
Pero lo más delicado fue lo revelado por The Ne York Times en febrero de 1997, con base en informes de inteligencia y una serie de entrevistas, donde se señala que Beltrones Rivera participó en reuniones de alto nivel con narcotraficantes, para proteger sus operaciones. Específicamente habría sido cómplice del llamado ‘Señor de los Cielos’, Amado Carrillo Fuentes.
Años después, presidió la Cámara de Diputados cuando fue desaforado López Obrador, y se le señaló como promotor de la privatización de las playas del país. Se le consideró entonces actor clave en la consolidación de las reformas neoliberales de Peña Nieto.
La Fiscalía mexicana tiene una línea de investigación contra Manlio Fabio Beltrones, por su actuación en el magnicidio de Luis Donaldo Colosio y la detención irregular de Mario Aburto.
Ahora todo parece que no saldrá bien librado de la investigación real y profunda sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, donde vio muchas cosas que cayó y participó en acciones que no se sabían.
Ese es el capo Beltrones, que no busca un cargo sino fueron que le garantice la impunidad.
Beltrones y el PRI son sospechosos que serán investigados en los próximos días, por eso se doblega Alito, Añorve y Moreira, siguen la voz del amo, cuyas iniciales son CSG.
