Año viejo bueno, 2024 prometedor
Por: Guillermo Correa Bárcenas
A pesar de todo, a México no le fue tan mal en el año que terminó y 2024 pinta mejor. Frente a esta realidad las principales instituciones analistas de la economía han debido reconocer sus errores y actualizar sus datos. Por eso se toma poco en cuenta actualmente lo que dice el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Hay otras que son serias. Una de ellas es Skandia México, firma especializada en inversiones, que recién dio a conocer un estudio en el que resalta un importante crecimiento para el país, al grado de enfilarse a ser cada vez una potencia mundial.
Su proyección se basa en que México ha rebasado el 3 por ciento en crecimiento consecutivo desde el primer trimestre de 2022; que los sectores afectados por la pandemia se han recuperado y que ya se percibe un mayor dinamismo en el mercado por el empleo formal, alza de salarios, programas sociales y recepción de inversiones.
De acuerdo con “Comunica e”, en el reporte de Skandia se menciona a Eduardo Osuna, principal directivo de BBVA, que resalta la vecindad del país azteca con Estados Unidos, y a Blomberg, organismo que reconoce a México como el principal socio comercial de los estadounidenses con una inversión extranjera directa sin precedente.
El estudio destaca que el peso mexicano es la moneda más atractiva dentro de una canasta de 23 economías emergentes; que Las exportaciones tenían una proyección de crecimiento del 7 por ciento con respecto a 2022 año en que ascendieron a 578 mil 198 millones de dólares, además de que las remesas son mayores a los 60 mil millones de dólares.
Dentro de seis años, refiere la investigación, México será la novena economía mundial y séptima en el 2050. El texto advierte que para ir más rápido México debe fortalecer sus niveles de seguridad y de salud.
El estudio titulado “World in 2050” aclara que, si la predicción económica se conforma, entonces “México se estaría convirtiendo en un referente tanto para la economía del continente como para la del mundo ya que estaría entrando a una posición que no todos logran tener y que sin duda hacen parte del desarrollo y capacidad de adaptarse a los nuevos modelos globales económicos”.
Qué mejor indicador de que el año que se fue tendrá un sustituto de mayor bienestar en los ingresos de los mexicanos, principalmente de quienes llevaron la peor carga en los 40 años de neoliberalismo económico. Se sabe que en 2024 el salario mínimo aumentó 20 por ciento o sea que pasó de 207.44 pesos a 248.93 pesos diarios, pero en la frontera norte es ya de 375 pesos al día.
Al iniciar el gobierno, el salario mínimo era apenas de 88 pesos diarios en todo el país. No hay duda de que hay una gran diferencia, aunado de que la pensión a los adultos mayores será a partir de este mes de 6 mil pesos bimestrales. En gobiernos anteriores no había nada. Es adicional a lo que se recibía, no todos, del IMSS o del ISSSTE. Y algo parecido acontece con ayuda a madres solteras y becas escolares.
¿Y la inflación? Pues está por debajo del 5 por ciento anual, lo que desmiente el argumento neoliberal de que los aumentos salariales son inflacionarios. Claro que se debe poner en orden a los que abusan, por ejemplo, en la venta de gasolinas o el cobro de los estacionamientos. En San Luis Potosí son gratis los que se ubican en centros comerciales.
Otro signo del futuro prometedor es la gran actividad con que cerró el año el presidente López Obrador, lo que continuará hasta febrero próximo en que entra la ley electoral que le prohíbe inaugurar Las obras realizadas en su sexenio.
Hay que destacar la puesta en marcha de Mexicana de Aviación, empresa paralizada desde 2010. También el tren que atraviesa el Istmo de Tehuantepec y une a los Océano Pacífico y Atlántico, proyecto porfirista truncado.
Casi al mismo tiempo, el gobierno puso a funcionar la Mega farmacia que ayudará a resolver el problema del abasto de medicamentos; igual el espectacular tren Maya: obras que prometen rescatar del olvido económico en que se encuentra el sureste mexicano.
Hay otros avances en el último año del gobierno que se va. Lo que no se puede omitir son los fracasos en materia de seguridad. Preocupante resulta que cada día aumente la cifra de desaparecidos, los asesinatos, secuestros, extorsiones de la delincuencia organizada con el “clásico cobro de piso”, en fin, los múltiples abrazos –en lugar de balazos—por parte de las autoridades encargadas de combatir el crimen que únicamente obedecen instrucciones –órdenes—de El Peje.
No hay elementos para negar una realidad tan cruel que amenaza cada instante a quién sea. Somos víctimas y nada es perfecto: la economía en bonanza trae aparejado un incremento de la violencia. Son los claro oscuros de la vida social en todo país.
López Obrador falló en eso. El “Bienestar” tiene compromisos a resolver. Poco tiempo le queda. El mensaje de Año Nuevo es que AMLO que él mismo denominó “La Chingada”.
No Lo acompañemos todos en su dudoso porvenir.
