AMLO, como Gabino Barrera
Arturo Ríos Ruiz
Sesionaron durante 19 horas, los diputados aprobaron la extinción de 109 fideicomisos. Los diputados de Morena rechazaron, una a una, las más de 350 reservas de la oposición y de sus propios legisladores con los que buscaban mantenerlos. Obediencia legislativa.
Con la extinción de los 109 fideicomisos, el gobierno federal obtendrá 68 mil 400 millones de pesos. Con ello queda en opacidad el destino tamaña cantidad como ha ocurrido en otros casos que son muchos.
Y, hay más: integrantes de las comisiones unidas de Hacienda y Estudios Legislativos, Segunda del Senado de la República analizaron, debatieron y aprobaron con mayoría Morena y aliados, la extinción de 13 de 14 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación. El camino, su desintegración.
El presidente es enemigo de los organismos autónomos, no le agrada la competencia ni preceptos, todo es su puño, su decisión y caprichos, le regocija mantener a todo y a todos bajo su dominio con lastimosa sumisión.
Después, con 19 votos en favor, 13 en contra y dos abstenciones, las comisiones del Senado mexicano dieron el visto bueno a la reforma que elimina los 13 fideicomisos del Poder Judicial Federal. La débil oposición en las comisiones pidió posponer la discusión para escuchar a los trabajadores.
No hay que olvidar que, 135 mil millones de pesos de los Fondo de Salud para el Bienestar, igual del Fonden y fideicomisos desaparecidos del Conacyt, de acuerdo con los estudios del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas.
Son cantidades descomunales, todas para la estrategia de avanzar hacia un sistema de socialismo estilo AMLO, al que quiere mudar el país para someter más crudamente a los habitantes de la nación.
AMLO, organizó la, “Por una vecindad fraterna y con bienestar” e invitó a once presidentes de Centro y Sudamérica, pero seis de ellos lo desairaron. El pretexto fue abordar el fenómeno migratorio. Sólo ansias fallidas a su protagonismo.
Hasta ahora está en la mesa el tema de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que defenderá a toda costa la embestida presidencial por su urgencia a dominarla, por no escribir, desaparecer, sustituirla por ministros afines, dedicada al entreguismo como desea el mandamás del país.
El viernes pasado, un juez federal prohibió al presidente que realice expresiones que puedan constituir un discurso de odio que incite a la violencia contra las y los trabajadores del Poder Judicial de la Federación. Modificó AMLO, pero no convenció.
El Economista nos recuerda dos frases de AMLO de 2019: “Soy terco, necio, obcecado, perseverante”. “Recuerden que soy perseverante, muy terco”. Las dos frases arriba anotadas son algunas de las muchas que durante años ha utilizado el presidente para autodefinirse. Al menos le encontramos una verdad.
El mandatario es muy similar a Gabino Barrera, cuyo famoso corrido grabó Tony Aguilar, con el slogan es el de que no entender la razón. Éste es igual.
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