Altán Redes, génesis transexenal y el rescate de AMLO
El 29 de marzo de 2017 se celebró el Contrato de Fideicomiso Irrevocable de Inversión F/11040128 entre Altán Redes y Scotiabank Inverlat.
Fue la mano del expresidente Enrique Peña Nieto en 2014 la que promovió internet para todos. Pero los cálculos fallaron y fueron precisamente todos los mexicanos, los que han tenido que rescatarla. El 13 de junio de 2022, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador adquirió la empresa Altán Redes tras enfrentarse a la bancarrota en los últimos años, comprometiéndose en ofrecer internet de forma gratuita en zonas rurales y campesinas.
Pero veamos su génesis de acuerdo con información proporcionada a Expedientes MX (vía el INAI) por la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT). El proyecto de la Red Pública Compartida de Telecomunicaciones (Red Compartida), consistió en construir una red que permitiera llevar servicios de telecomunicaciones de mayor calidad y a menores precios a zonas no cubiertas por las redes de telecomunicaciones privadas.
Este, sin duda, fue el proyecto más grande que se ha llevado a cabo en México en materia de telecomunicaciones, con el cual se aprovecharía la banda de los 700 MHz que se liberó con la transición a la televisión digital terrestre.
En 2013 la entonces la SCT contrató a cinco asesores por medio del Fideicomiso 2058 e-México, con el objetivo de definir las bases y el concurso de la Red Compartida. Una vez notificado el fallo del concurso se contrató al asesor financiero para la promoción del proyecto. La SCT estimó que para este proyecto se requiere una inversión de 7,500,000.0 miles de dólares, equivalentes a 150,000,000.0 miles de pesos.
La SCT dictaminó realizar este proyecto bajo el esquema de Asociación Público-Privada Autofinanciable, y lo sometió a una opinión vinculante a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Después de esto, la SCT emitió la “convocatoria” para el concurso internacional número APP-009000896-E1-2016, bajo el esquema de Asociación Público-Privada (El Estado recibirá el 1% de cualquier ingreso) del que resultó ganador Altán Redes S.A.P.I de C.V.
Al respecto, la firma, constituyó el Fideicomiso F/11040128 y sus fuentes de financiamiento para el desarrollo de la Red Compartida fueron capital de riesgo por 14,525,000.0 miles de pesos integrado por las aportaciones de los miembros del “consorcio ganador”, el crédito principal de 13,000,000.0 miles de pesos compuesto por bancos del gobierno y 17,000,000.0 miles de pesos por los proveedores tecnológicos, así como 4,750,000.0 miles de pesos por la por la “garantía de liquidez” proporcionados por la banca de desarrollo.
Para poder liberar la banda de los 700 MHz y que este fuera aprovechada por el proyecto de la Red Compartida, el Estado mexicano incurrió en costos por 28,296,036.9 miles de pesos en el proyecto, la fibra óptica que pertenecía a la CFE fue transferida a Telecomunicaciones de México (TELECOMM).
¿Y los recursos públicos-privados para capitalizarla como quedaron? El 29 de marzo de 2017 se celebró el Contrato de Fideicomiso Irrevocable de Inversión, Administración, Fuente de Pago y Garantía F/11040128 entre Altán Redes, S.A.P.I. de C.V; (fideicomitente desarrollador y fideicomisario) y Scotiabank Inverlat S.A; Grupo Financiero Scotiabank Inverlat, División Fiduciaria (Fiduciario) con una aportación inicial en la cuenta de capital de Riesgo de 1,000,000.0 miles de pesos.
La gran pregunta es: ¿Ahora que el gobierno del presidente AMLO rescató a la firma como quedó con los acreedores? ¿Quiénes? Fideicomitentes accionistas y fideicomisarios en tercer lugar: Marapendi Holding B.V., Hansam, S.A. de C.V., Megacable S.A. de C.V., CMF Investment Company II B.V., Isla Guadalupe Investments S.L.U., Axtel S.A.B. de C.V. y Banco Invex S.A. Institución de Banca Múltiple, Invex Grupo Financiero (en carácter de fiduciario del Fideicomiso Irrevocable No. F/2431 y del Fideicomiso Irrevocable de Emisión No. F/2292 denominado FFLATAM-15-2).
Ahora, fideicomisarios en Primer Lugar: Banco Nacional de México S.A; integrante del Grupo Financiero Banamex, división fiduciaria (Banco Agente y Agente de garantías en representación y para beneficio de los Acreedores Garantizados Senior).
Y, fideicomisario en Primer Lugar B y Fideicomisario en Segundo Lugar: ACE Fianzas Monterrey, S.A.
Este dinero debió ser utilizado por el “fiduciario” para constituir el fondo de reserva para la cobertura ofertada y debió transferir al menos con 1,000,000.0 miles de pesos de la cantidad aplicable de la cuenta de capital de riesgo a la cuenta del fondo de reserva.
Altán siempre tuvo en mente a los operadores más débiles, a los que quisieron aventurarse en el mercado mexicano que encontraban barreras de entrada infranqueables y, por supuesto, a quienes no tenían acceso a servicios de banda ancha. Todo resultó un fiasco.
El rescate de Altán Redes y la obsesión de López Obrador por controlar desde el Estado la supercarretera de la información, les costó a los mexicanos millones de dólares. ¿Por qué? Porque no paran los créditos a la empresa vía Nafin desde el 2022. Así las cosas.
