Fiscalía de CDMX investiga a santera vinculada al Cártel de Tláhuac


La Fiscalía de la CDMX investiga a santera que presuntamente tiene vínculos con el crimen organizado y que podría ser clave en las operaciones del Cártel de Tláhuac. La figura en cuestión es Rosaura Ariana Cervantes Gómez, una mujer conocida por sus actividades esotéricas que, según informes, trabajaba con integrantes del crimen organizado.
Las investigaciones en curso apuntan a que su participación podría haber sido clave en proteger o favorecer a líderes delictivos mediante rituales de santería. Esta conexión ha reforzado una línea de investigación que involucra a la red familiar del abatido líder criminal Jesús Pérez Luna, alias “El Ojos”.
Vinculan a santera con el Cártel de Tláhuac
En los últimos meses, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) ha intensificado los esfuerzos por desmantelar las células criminales que aún operan bajo el legado de “El Ojos”, ex líder del Cártel de Tláhuac.
Desde la muerte de Pérez Luna en abril de 2017 durante un operativo de la Marina, el mando criminal habría pasado a manos de su esposa, María de los Ángeles Ramírez Arvizu y sus hijas, Liliana y Samantha Pérez Ramírez, con quienes Rosaura mantenía cercanía. Las declaraciones de vecinos y el hallazgo de propiedades relacionadas con la santera han reforzado estas conexiones.
“El Ojos” fue señalado por la FGJCDMX de ser responsable de delitos distribución, venta de drogas, asesinatos, extorsión, sobornos y secuestros, en el oriente de la Ciudad de México durante la pasada década.
Jesús Pérez “El Ojos” fue abatido junto con siete personas más, durante un violento enfrentamiento contra elementos de la Marina en entonces delegación Tlahuac.
¿Quién es Rosaura Ariana Cervantes Gómez?
Rosaura Ariana Cervantes Gómez, además de ser reconocida por su labor en la santería, se convirtió en una figura mediática en enero de 2020, cuando denunció haber sido víctima de un atentado. El ataque, según reportes, ocurrió en la colonia Niños Héroes de Chapultepec de la alcaldía Benito Juárez, luego de dejar a su hijo en la escuela.
Cinco disparos —uno incluso impactó su celular— dieron pie a diversas teorías. Una de ellas es que miembros del crimen organizado intentaron vengarse por “trabajos mal hechos”. Otra, que se trató de un autoatentado para incriminar al padre de su hijo en una disputa de custodia.
Santería y crimen: la mezcla peligrosa
La línea entre los rituales y el crimen organizado parece haberse borrado en este caso. La Fiscalía de CDMX investiga a la santera por haber usado sus prácticas para proteger o encubrir a criminales.
Según testigos, Rosaura era frecuentemente vista en una propiedad donde se capturó a Liliana Pérez, alias “Li” o “La Voz” y a Carlos Alejandro Mendoza, alias “El Cindy” en 2019. Esta residencia fue vendida inmediatamente después del operativo.
Se sospecha que la mujer no solo brindaba servicios esotéricos, sino también actuaba como enlace entre miembros del cártel. Esto ha convertido a la santera en pieza clave dentro de una investigación que busca acabar con los últimos vestigios de poder del grupo criminal.
Las piezas del caso: conexiones familiares y rituales
El operativo de 2019 que resultó en la captura de Liliana y “El Cindy” expuso más que una simple red de narcotráfico. Las autoridades descubrieron la posible implicación de familiares de Rosaura, lo que aumentó el interés sobre su papel real dentro de esta estructura. De acuerdo con testigos, los dueños de la propiedad ubicada en la calle de Lourdes 26 Bis, en la colonia del Carmen, en la Benito Juárez, eran de familiares de la santera Rosaura.
Aunque Liliana fue liberada poco después, la Fiscalía mantiene una recompensa activa de medio millón de pesos por el paradero de María de los Ángeles Ramírez Arvizu y Samantha Pérez Ramírez. Mientras tanto, la figura de Rosaura Ariana Cervantes Gómez sigue bajo la lupa.
En 2020, existían varias carpetas de investigación de al menos cinco asesinatos de personas dedicadas a la santería entre el 2018. Todas estas situaciones, cercanías y conexiones con gente del Cártel de Tlahuac, colocaron a Rosaura como persona de interés para la FGJCDMX.