EL PALACIO NEGRO DE LECUMBERRI
Historia de la CDMX
EL PALACIO NEGRO DE LECUMBERRI
Desde principios del siglo XX hasta mediados de los setenta, hablar del Penal de Lecumberri provocaba escalofríos en la gente al conocer todas las atrocidades, torturas y sufrimientos que se suscitaban ahí, al grado que lo conocían como El Palacio Negro…
Su Historia es una de las más sombrías del mundo y se ha comparado con el Penal de Alcatraz, o las cárceles nazis y los calabozos de la KGB soviética. Hablamos de la temida Penitenciaría de Lecumberri, o El Palacio Negro.
Fue una cárcel donde el que caía por desgracia ahí, era difícil que saliera vivo o en su sano juicio. Mucha gente al oír lo que sucedía dentro temblaban de horror, y fue todo un estigma durante gran parte del siglo XX.
Su historia está marcada por la opresión, la injusticia y la crueldad, y es un símbolo de las violaciones a los derechos humanos en México. Muchos delincuentes preferían morir antes de ser atrapados y llevados a Lecumberri.
Todo comenzó cuando la idea de construir una nueva penitenciaría surgió a finales del siglo XIX, en un contexto de reformas al sistema penal mexicano, ya que Porfirio Díaz quería tener un Distrito Federal muy seguro a su mando.
Para diseñar el penal se inspiró en el modelo panóptico, desarrollado por el filósofo Jeremy Bentham, que buscaba el control total de los reclusos a través de una gran torre central desde donde se podía vigilar a todos los presos.
FUE UNA CREACIÓN PORFIRISTA
La penitenciaría fue inaugurada en 1900 en una época marcada por la represión política y social. Don Porfirio sabía muy bien que habían sectores que no lo querían por lo que necesitaba un penal de máxima seguridad.
Tanto quisieron aplicar la ‘Mano de Hierro’ a todos los delincuentes para regenerarlos que se les pasó la mano, al grado que los reclusos de Lecumberri vivían en condiciones deplorables y hacinados en celdas sucias y hacinadas.
Estaban en condiciones inhumanas. La alimentación era escasa y la atención médica prácticamente inexistente. Ese fue un auténtico infierno en la tierra y más si recordamos que hubo infinidad de inocentes injustamente encarcelados.
Escribir acerca de los casos de tortura, maltrato físico y psicológico, así como ejecuciones extrajudiciales dentro de la prisión, abarcaría escribir toda una colección de libros que mostrarían toda la barbarie y la bajeza humana.
Pero también Lecumberri se convirtió en un lugar de reclusión para presos políticos, estudiantes del movimiento de 1968 y de 1971, opositores al régimen y varios activistas sociales, quienes sufrieron una persecución aún mayor.
EL PALACIO NEGRO DE LECUMBERRI
Durante la Decena Trágica en 1913, muchos de los que fueron detenidos fueron llevados a Lecumberri, y sufrieron torturas y ejecuciones hasta la fecha no investigadas.
En la Revolución Mexicana, la prisión albergó a varios prisioneros de ambos bandos.
Por sus celdas pasaron personajes históricos como el revolucionario Pancho Villa, el escritor José Revueltas y el poeta Nezahualcóyotl. Y entre otros muchos famosos, el ‘Goyo’ Cárdenas, Las Poquianchis y hasta Juan Gabriel.
Pero afortunadamente todo terminó en 1976 cuando la Penitenciaría de Lecumberri fue clausurada debido a todas las condiciones inhumanas y a las constantes denuncias de violaciones a los derechos humanos.
Así se cerró una página negra de nuestra historia y el 90 por ciento de los crímenes nunca fueron investigados. Todo el edificio fue remodelado y actualmente alberga el Archivo General de la Nación.
Ahí se resguardan todo tipo de documentos históricos de enorme importancia para México. La historia del Penal de Lecumberri es un recordatorio de las injusticias y abusos cometidos en nombre de la justicia.
Hasta el día de hoy, muchos visitantes aseguran que en su interior suceden casos sobrenaturales, que son las almas en pena de los que murieron injustamente y que claman por justicia sin poder conseguirla…
