Un discurso mal dicho llamado soberanía
Proyecto Portero, no reconocido por Sheinbaum.
A veces el término soberanía usado desde la esfera de Palacio Nacional ya no encaja con la realidad que vive México. Esa soberanía trasnochada por las intervenciones del siglo XIX y XX, que sí injustas, tenían un motivo de ser y por supuesto eran reprobables.
Pero de ahí a que nos quedemos con la historia de los Niños Héroes, como aquellos jóvenes cadetes que murieron defendiendo el Castillo de Chapultepec durante la Guerra México-Estados Unidos como un relato lleno de mitos y versiones idealizadas, alejadas de la realidad.
Si bien es cierto que estos jóvenes existieron y murieron en la batalla, la historia oficial ha exagerado y deformado algunos hechos para construir una narrativa heroica y patriótica. Vaya soberanía.
¿Por qué envolvernos en la cobija de la soberanía con un problema que no distingue fronteras? En México, el crimen organizado comete una variedad de delitos, incluyendo el narcotráfico, la trata de personas, el tráfico de armas, delitos ambientales, robo de vehículos, venta ilegal de autopartes, ciberdelitos y lavado de dinero. Estos ilícitos son cometidos por organizaciones que operan a nivel local, nacional e internacional.
¿Cuál soberanía cuando las carreteras del país están plagadas de ladrones? ¿Cuál soberanía cuando los secuestradores están a la orden del día? El Estado de Derecho por los suelos.
De los 32 estados que conforman el mapa de México, solo hay 18 que tienen alguna parte de su territorio “libre”, es decir sin presencia de ningún grupo delincuencial, pero el resto muestra una división por completo de sus regiones.
Reportes de Sedena establece que la expansión del CJNG y el Cártel de Sinaloa siguen en la lista de los más dominantes en México, donde su nombre aparece en más de 200 municipios del país.
Según este análisis por parte de la inteligencia militar, muestra un país en el que convergen más de 80 grupos criminales y 16 bandas delictivas y en donde las alianzas les han dado mayor poderío a ciertos grupos del crimen organizado, pero donde, al mismo tiempo, cada cártel sigue peleando por dominar más territorio.
De manera reciente la Agencia Antidrogas (DEA) de Estados Unidos anunció una nueva iniciativa, el Proyecto Portero, en colaboración con México, para combatir el tráfico de drogas.
La DEA describió el Proyecto Portero como “la operación insignia de la DEA destinada a desmantelar a los “guardianes” de los cárteles, operativos que controlan los corredores de contrabando a lo largo de la frontera suroeste”: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas
Horas después, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo un inusual pronunciamiento: desmintió a la DEA. “No hay ningún acuerdo con la DEA, la DEA emite comunicado no sabemos con base en qué, nosotros no hemos llegado a ningún acuerdo”, dijo visiblemente molesta.
Esto a pesar de que después de algunos días, en los que han proliferado las buenas palabras entre ambos países tras el envío a Estados Unidos de 26 presos vinculados con cárteles de las drogas mexicanos.
Según el comunicado de la agencia estadunidense de la víspera, la nueva iniciativa llamada Proyecto Portero tiene como objetivo desmantelar a los vigilantes de los cárteles que “dirigen el flujo de fentanilo, metanfetamina y cocaína hacia Estados Unidos, al tiempo que garantizan el movimiento de armas de fuego y grandes cantidades de dinero en efectivo hacia México”.
Para ello, la DEA indicó que se puso en marcha un programa de capacitación y colaboración de varias semanas de duración en uno de sus centros de inteligencia en su frontera sur que reúne a “investigadores mexicanos con agentes de la ley, fiscales, funcionarios de defensa y miembros de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos”.
Sheinbaum reconoció que sí hay policías mexicanos de la Secretaría de Seguridad federal capacitándose en un taller de Texas, pero “no hay nada más, no sabemos por qué emitieron este comunicado en materia de seguridad”.
Según la DEA el plan está coordinado por el grupo de trabajo del Departamento de Seguridad Nacional estadunidense que incluye a fuerzas del orden y funcionarios de inteligencia, defensa y fiscalía de ese país.
¿Qué de malo hay en eso? Por donde se vea el crimen organizado va ganando la batalla. Comentamos aquí en la redacción como todos los días hay innovaciones por parte de los criminales para robar, extorsionar, secuestrar, hacer ciberdelitos: las mentes más retorcidas todos los días buscando como violenta el Estado de Derecho de millones de ciudadanos.
¿Cuál soberanía frente a este sector criminal de la sociedad?
Hay que recordar que con el gobierno de Estados Unidos hay un acuerdo que lleva varios meses trabajándose con el Departamento de Estado, un pacto del que no se han dado detalles y que todavía está por firmarse.
Necesitamos planificar y operar codo con codo con Estados Unidos aportando toda la fuerza del gobierno mexicano. Que no me hablen de soberanía en un país que ha perdido sus derechos constitucionales al libre tránsito, la libertad de empresa y estar en las calles a la hora que se te pegue la gana. Se llama libertad. ¿Cuál pérdida de soberanía?
