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Otras lecturas sobre el caso Tabasco

Otras lecturas sobre el caso Tabasco

Kristian Antonio Cerino

En estos tiempos de crisis informativa ante el nulo rigor periodístico y el crecimiento de cientos de páginas en redes sociales que solo esparcen rumores, es preferible que la ciudadanía sea hábil sobre qué noticias está consumiendo y compartiendo.

Lamentablemente estas páginas (o fan Pages) solo buscan generar tráfico y monetización, y lo que menos les importa es la confirmación de las noticias que ofertan. Sin embargo, algunos medios tradicionales suelen caer en el mismo modus operandi, en parte, porque se suman a esta inercia confundida con tendencia. No es el caso del medio en el que publico esta columna.

Sobre la búsqueda del exsecretario estatal de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena, se han escrito un sinfín de versiones carentes de confirmaciones o análisis. El hecho mismo de su presunta muerte en Panamá.

Lo que sí es un hecho es que existe una solicitud de captura por presuntos vínculos, de Bermúdez Requena, con un grupo delictivo; lo que sí es un hecho es la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum en torno a que el Gobierno Federal no protegerá a nadie en tanto haya pruebas, y menos una probable participación del entonces gobernador tabasqueño Adán Augusto López, pero con base en investigaciones (sólidas) realizadas por la Fiscalía; y lo que sí es un hecho es la suspensión de los derechos partidarios de Bermúdez Requena en Morena, instituto político que perfila su expulsión. Y sin pasar por alto la afirmación de la presidenta nacional morenista, Luisa María Alcalde sobre que no habrá “impunidad” en este caso.

Ahora bien, este no es un caso fácil porque se necesitan pruebas, y contundentes, y porque impacta a varios frentes. La Fiscalía tendrá que armar bien la carpeta de investigación en aras de fincar responsabilidades.
Pero si es evidente que el caso, incluso llamado en algunos medios como “El García Luna de Tabasco”, ha sido un golpe fuerte contra el senador López Hernández y su grupo, mismo que está atrincherado en la Cámara Alta y en otros espacios públicos.

En tanto, en el territorio estatal, el gobernador Javier May Rodríguez ha sido respetuoso del tema, señalando que el proceso en contra del exservidor público está en curso y que corresponderá a las fiscalías, Federal y Estatal, llevar a cabo las investigaciones pertinentes.

Además, afirmó que el Gobierno de Tabasco fungirá como puente entre quienes cuenten con información relevante y que abone al caso.

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A nivel nacional esta prudencia se ha mantenido alrededor de la mandataria Sheinbaum; aunque algunos han dicho que su primera declaración fue una defensa o respaldo al senador López Hernández, vinculado a Bermúdez Requena por haber estado en un mismo gabinete de gobierno, la lectura es otra. Al contrario, Sheinbaum se mantiene en su postura institucional como Jefa de Estado, pero deja que el Gabinete de Seguridad sea quien informe cuándo comenzarán las indagatorias, y deja que las Fiscalías sean quienes hagan su trabajo, una labor que no será sencilla. Es decir, traza la línea de que dará las condiciones para limpiar la casa.

No olvidemos que, desde el comienzo de este Gobierno Federal, la instrucción ha sido el limpiar las zonas, y más la del sur, ante la corrupción, el robo de combustible, el tráfico de armas e indocumentados, y otros delitos como el cobro por derecho de piso que azota a comerciantes, empresarios y ciudadanos.

En Tabasco, el mismo mandatario ha dado las facilidades para que el Gobierno Federal y su secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, continúe con los operativos policíacos, mismos que han logrado reducir los índices delictivos, y de paso, concretar arrestos, asegurar armas y vehículos, recuperar combustible robado, y darle más seguridad a la ciudadanía.


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