Éxito del operativo interinstitucional revela la capacidad del Estado para desmantelar redes de robo de hidrocarburos


Lejos de cualquier señalamiento de encubrimiento, las instituciones del Gabinete de Seguridad del Gobierno de México resaltaron este viernes los resultados de un operativo sin precedentes que permitió la captura de Cirio “N”, alias “Don Checo”, presunto líder de una de las principales redes de robo y comercialización ilegal de hidrocarburos en la zona centro del país.
La operación, que se llevó a cabo tras seis meses de labores de inteligencia, representó un ejemplo de coordinación estratégica entre dependencias como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Secretaría de Marina (Semar), Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Guardia Nacional y Fiscalía General de la República (FGR), con un despliegue de 400 elementos en puntos clave de la Ciudad de México, Estado de México y Querétaro.
Durante el operativo, se ejecutaron 12 cateos y se cumplimentaron seis de las siete órdenes de aprehensión emitidas. Además, se logró la detención de 32 personas presuntamente vinculadas con esta red delictiva y se aseguraron bienes de alto valor, incluyendo 21 tractocamiones, ocho pipas, vehículos blindados y de lujo, armas de fuego, cerca de 16 millones de pesos en efectivo y animales exóticos.
Éxito del operativo interinstitucional revela la capacidad del Estado para desmantelar redes de robo de hidrocarburos
La magnitud del aseguramiento y la desarticulación de esta estructura delictiva refuerza el mensaje del Gobierno federal: no hay espacio para la impunidad en el combate al huachicol. Las autoridades federales enfatizaron que las investigaciones siguen en curso y reiteraron que ninguna persona ni grupo cuenta con protección o complicidad oficial.
El Gobierno de México destacó que este tipo de resultados solo son posibles gracias a la cooperación interinstitucional y a la firme voluntad política de erradicar delitos que atentan contra la economía nacional y el patrimonio energético del país.
Este operativo no solo representa un duro golpe al crimen organizado, sino también una muestra tangible del fortalecimiento de las capacidades del Estado para enfrentar delitos de alto impacto, como el robo de combustibles, que durante años han minado las finanzas públicas y fomentado la violencia regional.