Ovidio Guzmán López: su confesión sacude la estructura interna del Cártel de Sinaloa


Chicago, Illinois, 11 de julio de 2025 — La declaración de culpabilidad de Ovidio Guzmán López, más conocido como El Ratón, no solo confirma su papel como líder de Los Chapitos, sino que abre un nuevo capítulo de incertidumbre y posibles fracturas dentro del Cártel de Sinaloa.
Durante una audiencia celebrada este jueves ante la Corte de Distrito para el Norte de Illinois, en Chicago, Guzmán López, de 35 años, aceptó su responsabilidad en cuatro cargos criminales —dos por crimen organizado y dos por conspirar para traficar drogas como el fentanilo— y acordó pagar una multa de 80 millones de dólares. Sin embargo, el punto más delicado para la organización criminal es su decisión de colaborar como testigo en investigaciones abiertas en Estados Unidos.
El testimonio de Ovidio podría derivar en nuevas órdenes de aprehensión contra otros miembros clave de Los Chapitos y de la vieja guardia del Cártel de Sinaloa. Según expertos en seguridad, esta situación podría detonar enfrentamientos internos por el control de rutas, laboratorios y redes de distribución internacional.
El periodista Arturo Ángel, quien siguió la audiencia, describió a un Ovidio encadenado, vistiendo overol naranja y reconociendo su culpabilidad con voz temblorosa frente a la jueza Sharon Coleman. “Con voz por momentos temblorosa Ovidio aceptó su responsabilidad en delitos que ameritan cadena perpetua”, apuntó Ángel, destacando que el capo reconoció además padecer depresión y recibir medicación.
Ovidio Guzmán López: su confesión sacude la estructura interna del Cártel de Sinaloa
Guzmán López alcanzó notoriedad global tras el llamado Culiacanazo en 2019, cuando fue liberado por el gobierno mexicano para evitar un baño de sangre en Culiacán tras su primera detención. Posteriormente, fue recapturado en enero de 2023 en la misma ciudad y extraditado a Estados Unidos en septiembre de ese año. Desde entonces enfrentaba cargos por tráfico internacional de drogas, conspiración, lavado de dinero y portación ilegal de armas.
A finales de junio, El Ratón estampó su firma por primera vez en un documento judicial en Nueva York que anunciaba su intención de declararse culpable, solicitando que su caso fuera trasladado a Chicago, donde hoy admitió oficialmente su responsabilidad.
De confirmarse su cooperación con la justicia estadounidense, Ovidio se suma a una lista de exjefes narcos que rompen el código de silencio, marcando un hito que podría reconfigurar el mapa criminal del narcotráfico mexicano. Para las autoridades de México y EE.UU., su testimonio podría significar nuevas pistas sobre la operación de rutas de fentanilo, la red de lavado de dinero y la complicidad de funcionarios locales.
Por ahora, la atención se centra en qué tan profunda será la información que El Ratón está dispuesto a revelar y qué impacto tendrá en la estabilidad de uno de los cárteles más poderosos del mundo.