Solo para mujeres. II y última parte


Si en el ámbito laboral los conocimientos determinan el 50% de las promociones y remuneraciones, la otra parte la integra la experiencia profesional. Es en este factor donde aparecen los principales sesgos para las profesionistas. Se visibiliza como un “peldaño roto” que puede minimizarse con sólidas redes sociales.
Estos son los consejos que dan a ellas los expertos en gestión empresarial y consultores de carrera.
Uno: aunque es una buena idea cultivar todas las conexiones, se debe prestar especial atención a construir relaciones con mentores y patrocinadores actuales y aspiracionales. La mejor manera es pasar tiempo con las personas de forma individual.
También es importante generar una red de apoyo mutuo. Se debe considerar devolver el favor y ser mentora o patrocinadora de otras mujeres. Con ello se desempeña un rol protagónico para ayudarlas a acumular experiencia y avanzar en su carrera.
Un consejo esencial para quienes deseen destacar profesionalmente es asumir que todas las personas que conocemos poseen una habilidad, talento o perspectiva que enseñarle.
Ahora, las mujeres necesitan reconocer que las habilidades blandas abarcan una amplia gama de capacidades complejas que se dividen en cinco categorías principales:
Autoconciencia y autogestión. Es la auto inmersión para captar competencias, capacidades y oportunidades y saber cómo actuar con esas herramientas. Implica cuestionarse ¿qué es lo que mejor hago y cómo puede enriquecer tal habilidad mi desempeño actual?
Espíritu emprendedor. Asumir que no todo está hecho y que si se requiere una solución es posible comenzar a generarla y compartirla en el propio sector en el que se desempeña. incluyen el coraje y la capacidad de asumir riesgos, impulsar el cambio y la innovación. Consideran energía, pasión y optimismo y romper con las ortodoxias.
Movilización de sistemas, que incluye servir de modelo a seguir y crear negociaciones de ganar-ganar..
Desarrollo de relaciones. Fortalecer nuestros vínculos, procurar entablar nuevos contactos de manera continua.
Fomentar la eficacia del trabajo en equipo. Aprender a servir y compartir ideas, herramientas y perspectivas.
Aunque estas habilidades son claramente necesarias en el lugar de trabajo, históricamente se han infravalorado. Incluso el término “habilidades blandas” implica que son menos importantes y complejas que las habilidades duras, que son las capacidades aprendidas, técnicas y medibles necesarias para desempeñar una ocupación o trabajar en un sector.
Suelen asociarse estereotípicamente con las mujeres, basándose en la suposición de que son naturalmente mejores que los hombres para escuchar, conectar con los demás y empatizar.
Aunque las habilidades blandas se pueden aprender, pero no están directamente relacionadas con la educación formal como las habilidades duras. Y aunque las ofertas de empleo pueden no reflejar la importancia de las habilidades blandas, los trabajadores que las dominan tienen mayores tasas de empleo, salarios más altos y mayor satisfacción laboral.