El legado espiritual del Papa Francisco conmueve a miles de jóvenes en el Zócalo durante el Vitae Fest


El Zócalo capitalino fue escenario de una jornada inolvidable este sábado, donde más de cien mil jóvenes se dieron cita no solo para celebrar, sino para hacer suyo un mensaje profundo de transformación: la paz como camino colectivo y la esperanza como símbolo de unidad. El Vitae Fest, organizado por la Fundación Vitae Global, se convirtió en un homenaje vivo al legado del Papa Francisco, fallecido hace apenas dos semanas.
La voz del pontífice, grabada en 2024 especialmente para este evento, resonó en el corazón del país y en los corazones de los asistentes. En su mensaje, Francisco invitó a los jóvenes a “hacer lío”, a no quedarse callados ante las injusticias del mundo, y a convertirse en portadores de lo bueno que aún perdura. “Están reunidos para recibir y dar”, dijo, alentando a no tener miedo de generar movimiento con alegría.
El legado espiritual del Papa Francisco conmueve a miles de jóvenes en el Zócalo durante el Vitae Fest
El evento, con una impresionante producción escénica y artística, fue también un acto de compromiso colectivo. En el marco del Jubileo de la Esperanza que celebra la Iglesia católica este 2025, los asistentes portaron un pañuelo blanco, símbolo de reconciliación, fe y renovación espiritual. Esa imagen —miles de pañuelos ondeando al unísono— reflejó el anhelo de una juventud dispuesta a sanar heridas y construir puentes.
Francisco cerraba su mensaje con palabras que ahora cobran un nuevo peso: “Que la Guadalupana los cuide y no se olviden de rezar por mí.” Fue una despedida premonitoria y, al mismo tiempo, una siembra de esperanza que continuará germinando.
Más allá del espectáculo, el Vitae Fest dejó una huella espiritual profunda, marcando a una generación que, en medio de un mundo fragmentado, aún busca respuestas y encuentra en la fe una guía para la acción.