Bukele plantea a Maduro un intercambio de deportados venezolanos por presos políticos


El presidente de El Salvador, Nayib Bukele plantea a Nicolás Maduro un intercambio que ha causado revuelo a nivel internacional. La propuesta surge tras una intensa oleada de deportaciones promovida por la administración estadounidense, en la cual más de 250 venezolanos fueron enviados a El Salvador. Bukele propuso devolverlos a Venezuela a cambio de la liberación de presos políticos, encendiendo el debate sobre derechos humanos, soberanía y diplomacia en América Latina.
Bukele plantea a Maduro un intercambio sin precedentes
La propuesta se da en un momento crítico para la región, donde el aumento de tensiones migratorias y políticas ha puesto a varios países bajo presión. Bukele plantea a Maduro un intercambio que apunta a resaltar el contraste entre los delitos de los deportados y el encarcelamiento de opositores políticos en Venezuela.
El gobierno de Estados Unidos ha endurecido su política migratoria, lo que llevó recientemente por orden de la Corte Suprema de EE.UU. frenar deportación de venezolanos. Mientras tanto, El Salvador ya ha recibido a 288 deportados, de los cuales 252 son venezolanos.
La propuesta de Bukele
Bukele anunció su intención en la red social X, detallando que todos los venezolanos en custodia fueron detenidos como parte de una operación contra bandas criminales, como el Tren de Aragua. En contraste, según él, los presos políticos en Venezuela “no han cometido ningún delito”, sino que han sido perseguidos por razones ideológicas.
El mandatario salvadoreño fue enfático. “La única razón por la que están encarcelados es por haberse opuesto a usted y a sus fraudes electorales”, dijo refiriéndose a Nicolás Maduro.
Bukele incluyó en su solicitud a figuras emblemáticas del activismo y la oposición venezolana, como:
- Rafael Tudares
- El periodista Roland Carreño
- La abogada Rocío San Miguel
- Corina Parisca de Machado, madre de María Corina Machado
También pidió la liberación de los cuatro dirigentes políticos asilados en la embajada de Argentina. Aí como casi 50 ciudadanos de otras nacionalidades considerados presos políticos.
Migración, política y errores judiciales
Desde que Trump regresó a la Casa Blanca, invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para arrestar y deportar a El Salvador a venezolanos y salvadoreños. Que sin ninguna prueba el gobierno los acusa de ser miembros de la banda criminal venezolana Tren de Aragua y la salvadoreña Mara Salvatrucha.
Uno de los casos más llamativos fue el de un salvadoreño deportado por error, Kilmar Ábrego. A pesar de contar con protección legal desde 2019, fue expulsado bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, misma ley que Trump invocó para justificar la deportación masiva.
Aunque EE. UU. reconoció el error administrativo, se niega a facilitar su retorno, generando críticas y tensiones diplomáticas.
¿Qué puede ganar Bukele con esta jugada?
Bukele plantea a Maduro un intercambio que trasciende la lógica diplomática tradicional: es un gesto simbólico con implicaciones regionales. La propuesta no solo desafía al régimen de Maduro, sino que también busca destacar el compromiso de El Salvador con los derechos humanos, al menos en el discurso oficial.
Además de reforzar su imagen de líder firme contra el crimen, Bukele se posiciona como actor clave en la política latinoamericana. Su alianza con Trump, su infraestructura carcelaria y sus discursos contra el “autoritarismo” lo proyectan como un nuevo tipo de liderazgo regional. Sin embargo, ha sido criticado por violar los derechos humanos de su propio país.