Migración, sueño americano convertido en pesadilla para México
México como los ciudadanos migrantes, también está viviendo una pesadilla; donde las circunstancias actuales socioeconómicas y políticas del país y la compleja, tensa relación con los Estados Unidos, no favorecen. Ahora más que nunca, cuenta con uno de los contextos migratorios más complejos del mundo, caracterizado por altos niveles de emigración y una presencia cada vez mayor de personas retornadas, deportadas forzosamente, en tránsito, inmigrantes, solicitantes de asilo, refugiadas y desplazadas internas. No obstante, a pesar de la creciente relevancia de estos flujos, no existe aún una política articulada para integrar plenamente en la vida cotidiana del país a las personas que arriban.
Los migrantes que llegan a México, en tránsito hacia Estados Unidos, desde Centroamérica y otros países latinoamericanos, desde Haití o desde África… son seres humanos desesperados en busca de una nueva vida, que huyen de la violencia, el hambre y el terror acompañados de sus familias y cuya lucha es incontenible. Son capaces de enfrentar todas las amenazas y los peligros por la persecución que realiza la Guardia Nacional de México para detener su viaje, o por ataques del crimen organizado. Los hemos visto pasar en México las peores miserias, injusticias, persecuciones e incluso golpes y muertes. La esperanza de miles de familias se ha convertido en un infierno. Una nueva ola de dramas humanos que se profundizan y de oleadas de muertos por decenas invade el territorio mexicano. Fuerzas del gobierno persiguen a los migrantes, mientras el crimen organizado trafica con la seguridad, los exiguos recursos y la vida de los migrantes. Nada los detiene, ni el gobierno de México, ni el de Estados Unidos logran disminuir la migración. Se abren puertas para que en el drama migratorio el crimen organizado obtenga importantes recursos. México se enfrenta a flujos migratorios heterogéneos sin precedentes. Desde finales del siglo XX, y principalmente con la llegada del siglo XXI, el país ha dejado de ser exclusivamente un lugar de emigración, protagonizado por población mexicana que se traslada a los Estados Unidos.
La frontera norte y sur
La región fronteriza norte y sur de México son lugares de salida, llegada y tránsito de un gran número de personas para quienes la migración es parte de la manera en que entienden y ordenan su realidad. Algunos de ellos y ellas visitan la frontera norte y sur para realizar actividades comerciales y laborales cotidianas; otros buscan establecerse de manera permanente motivados por la promesa de mejores ingresos. Para otros, las fronteras son un reto más que sortear para llegar a su destino en Estados Unidos.
El fenómeno migratorio tal y como se desarrolla en la actualidad en México. a través de datos sociodemográficos, geográficos, procesos migratorios y situación laboral de las personas que tocan la frontera sur y norte de México.
Cabe recordar que entre las propuestas de campaña de Donald Trump se encontraba intensificar el control migratorio para detener el arribo y permanencia de indocumentados en Estados Unidos. Ahora, en su segundo periodo como presidente de la Unión Americana, es una realidad.
Frontera porosa y peligrosa
Por su parte, Martín Íñiguez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, consideró: “La frontera sur es porosa, peligrosa y por más Guardia Nacional que pongamos será muy difícil controlar el flujo migratorio. Tenemos más de mil 150 kilómetros fronterizos entre Guatemala y Belice, y el punto por donde normalmente entra la gente es Chiapas. Lo más probable es que ahora se desplace hacia Tabasco u otros sitios más peligrosos, pero se seguirá pasando y esa es la realidad, pues se estima que al año cruzan más de dos millones de personas en este límite”.
En cambio, en la frontera norte, los controles migratorios son más estrictos. Tiene tres mil 152 kilómetros y todos los días cruzan más de un millón de personas, entre legales e ilegales, apuntó.
De forma que la gente seguirá cruzando como indocumentada; y al establecer mayor vigilancia en las fronteras lo único que se hace es un favor al crimen organizado, porque el costo de los cruces se disparará, habrá más tráfico de personas, mayor número de casos de trata de mujeres y niños. Visto así, lo peligroso será que se queden en medio de ambas problemáticas fronterizas.
Para dar respuesta a este fenómeno México, en parte, debe seguir acercándose a los organismos internacionales y llevar programas de desarrollo a los lugares de origen de los migrantes, pero en el entendido de que esto no se resolverá de la noche a la mañana. Será un proceso largo y complicado durante el cual recibiremos migrantes en nuestro territorio porque no tienen más opciones para mejorar su actual calidad de vida.
Migrantes transitan por el país, retornan y se establecen.
Si bien es cierto que las diversas instancias gubernamentales responsables del abordaje de este fenómeno han reconocido la relevancia de la población mexicana emigrante, en mucha menor medida se han abordado otros tipos de migraciones.
A pesar de tratarse de un fenómeno reciente en lo que respecta a varios de sus componentes, como la llegada de solicitantes de asilo, el incremento del asentamiento de personas en tránsito o la aún reducida presencia de migrantes regulares en términos proporcionales, menos del 1% de acuerdo con datos de las Naciones Unidas, son varios los factores que recuerdan por qué las autoridades de diferentes niveles de gobierno, la sociedad civil y la academia no deben ni pueden dejar de lado dicho fenómeno.
Destaca el cambio de los flujos migratorios que el país ha experimentado; ha sufrido importantes transformaciones en lo que a migración se refiere: entre 2000 y 2020 la población extranjera asentada de forma regular creció un 123% y entre 2018 y 2021 el número de solicitantes de refugio se incrementó un 667% .
El país tiene una gran relevancia en el continente en lo que a gestión de las migraciones se refiere. México no solo comparte la frontera con los Estados Unidos y cumple muchas veces una función de vigilancia mediante la práctica de externalización de la frontera, tanto para migrantes como para personas en situación de protección internacional, sino que además se ha convertido en un país por el que circula prácticamente toda la migración en tránsito con destino hacia los Estados Unidos y Canadá, y en el cual, por unos motivos u otros, como el control fronterizo y las políticas de asilo cada vez más restrictivas de los Estados Unidos, muchas personas se ven incentivadas u obligadas a permanecer.
Un ejemplo claro de esta situación lo constituye el establecimiento en 2019 de los Protocolos de Protección a Migrantes, que obligaban a las personas solicitantes de asilo en los Estados Unidos a esperar los resultados de su solicitud en México, así como el Título 42, que en el contexto de la pandemia de la COVID-19 permitió a las autoridades federales estadounidenses impedir completamente la entrada de cualquier persona extranjera en aras presuntamente de prevenir contagios. En este marco, la situación geoestratégica de México le confiere al país una preponderancia regional en la materia.
México por lo tanto debe acatar las obligaciones constitucionales e internacionales en materia de derechos humanos de las personas migrantes.
Regreso de Trump, genera incertidumbre e inestabilidad económica.
De acuerdo con datos oficiales, actualmente hay cuatro millones de familias con un padre o madre sin documentos, que tienen niños nacidos en Estados Unidos -así es, ciudadanos estadounidenses-
De concretarse esa política, lo grave sería la afectación a sus derechos, pues, las deportaciones serían sin separar a ninguna familia, es decir, deportarían a toda la familia.
Se estiman cerca de 13 millones de indocumentados en Estados Unidos, lo que sería muy complicado a nivel internacional el desplazamiento forzado de las personas, que inminentemente comenzarán a trasladarse a países vecinos.
Es por ello que se ha pronunciado el gobierno mexicano para señalar el rechazo a dicha política migratoria, pues no existen condiciones para recibir a repatriados y a personas de otra nacionalidad.
A pesar de esto, se han dispuesto diversos protocolos y galerones de acogida en la frontera norte del país, ante la ola de inmigrantes expulsados de Estados Unidos, lo que contrasta con las caravanas de migrantes que ha salido de la frontera sur, en su mayoría con destino a dicho país.
Durante su campaña política en 2024 para llegar a la presidencia de Estados Unidos, Trump empleó narrativas populistas y xenófobas, y prometió la contención de la migración del sur global mediante deportaciones masivas, el cierre de programas para migrantes y la construcción del muro en la frontera con México. En su nuevo mandato, las organizaciones de derechos humanos ya denunciaron detenciones arbitrarias e indiscriminadas en Estados Unidos, la separación de familias, la reinstalación de programas como Quédate en México y Título 42, y la eliminación de programas como Acción Diferida para los llegados en la infancia (DACA), las oficinas de movilidad segura (SMO), la renovación del estatus de protección temporal (TPS), el programa de menores centroamericanos (CAMP) y CBP One.
La política populista de Donald Trump
Trump seguirá con su discurso anti-migrantes, impulsando políticas restrictivas y persecutoras en los estados conservadores, como redadas para detener a migrantes y operativos donde el uso excesivo de la fuerza puede derivar en otras violaciones a derechos humanos, como ejecuciones extrajudiciales. Un ejemplo, es el caso de Anastacio Hernández Rojas, migrante mexicano, detenido, torturado y ejecutado en 2010 por agentes de la patrulla fronteriza. Además, el discurso de Trump podría incitar ataques de odio y los estadounidenses podrían sentirse autorizados para detener migrantes para ser deportados, o peor aún, ante el problema de uso de armas en ese país, cualquier estadounidense podría incurrir en actos ilegales y atentar contra la vida de personas migrantes, lo que generaría responsabilidad internacional para Estados Unidos.
A esto debemos sumarle que el gobierno de Trump será caracterizado por sus alianzas con empresarios y dueños de redes sociales que aglutinan a millones de personas, en un contexto donde la inteligencia artificial no está regulada y puede ser utilizada para propagar información falsa y discursos de odio, racistas y xenófobos. En este escenario, garantizar la independencia de los órganos jurisdiccionales respecto a los poderes políticos y fácticos será fundamental, tanto en Estados Unidos como en México, pues serán los tribunales quienes podrán ejercer control y poner límites a las políticas migratorias violatorias de derechos humanos. Será clave la promoción de litigios estratégicos y acudir a instancias internacionales para denunciar y visibilizar los efectos de estas políticas.
Impacto económico
El “nuevo” presidente de Estados Unidos no ha calculado el impacto económico que sus medidas tendrían para su país, ni el costo que generaría la implementación de sus medidas antinmigrantes. Por ejemplo, la contratación de personal para la patrulla fronteriza y el Servicio de Control de Inmigración y Aduana, el pago de los medios de transporte para las deportaciones masivas o la construcción del muro fronterizo. Ello, sin tomar en cuenta la disminución de ingresos en impuestos percibidos en Estados Unidos debido a la pérdida del trabajo de la población migrante. Según cifras del canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente, en aquel país hay 38.4 millones de mexicanos, 11.5 millones de ellos son migrantes de primera generación –de los que 4.8 millones son indocumentados-, 26.9 millones son de segunda generación.
Respecto a las personas mexicanas migrantes que se encuentran en situación irregular en Estados Unidos, la presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado una serie de medidas de apoyo a cargo de los consulados mexicanos en EE UU, para atender y asistir a nuestros connacionales.
En segundo lugar, la recepción de mexicanas y mexicanos que son deportados masivamente a México, ya provocaron un despliegue de recursos para recibirlos de manera urgente, atender sus necesidades básicas y asegurarles traslados seguros a sus estados de origen.
México sufriría una importante afectación económica debido a la disminución de remesas enviadas desde E.U, calculada en 60,000 millones de dólares al año.
Las organizaciones de derechos humanos que se dedican a la defensa de las personas migrantes en México y Estados Unidos renunciaron que las políticas migratorias, como los acuerdos binacionales de tercer país seguro, el programa Quédate en México y Título 42, son violatorias de derechos humanos, particularmente de los derechos a solicitar y recibir asilo y del principio de no devolución.
Las medidas de coacción de Estados Unidos hacia Centroamérica para contener la migración tampoco son del todo nuevas. Durante el primer gobierno de Trump impuso acuerdos de tercer país seguro (acuerdos de cooperación de asilo) a Guatemala, Honduras y El Salvador, que permitían la deportación de personas migrantes solicitantes de asilo en Estados Unidos a otros países que no eran realmente seguros. Estos acuerdos fueron rescindidos en 2021, durante la administración de Joe Biden, pero ahora surge la posibilidad de su reanudación.
En el año 2021, el gobierno de Estados Unidos implementó el Título 42, contemplado en la Sección 265 del Código de los EU, para realizar devoluciones en cadena y expulsiones masivas de migrantes, bajo un argumento de salud pública, denunciaron estas organizaciones de derechos humanos.
Afianza Trump su muro
Durante su primer mandato, Trump se enfocó en construir un muro en la frontera de México con Estados unidos. Prometió que México lo financiaría y que su experiencia en bienes raíces iba a asegurar el éxito de este proyecto. Lo que sucedió en realidad, es que solo se construyó una parte muy pequeña del muro y se financió con el presupuesto del ejército estadounidense.
Ahora, Trump ya no hace referencia al muro fronterizo y ha cambiado su enfoque al cumplimiento interno de la ley, por medio de deportaciones masivas de los 12 millones de inmigrantes indocumentados que viven actualmente en los Estados Unidos. Trump prometió deportar esos 12 millones de inmigrantes durante su primer mandato, aunque la cifra real fue de 1.5 millones. Para poner esto en perspectiva, Obama deporto 2.9 millones de inmigrantes durante su primer mandato. El 70% de los 1.5 millones de inmigrantes que deportó Trump fueron enviados a México, lo que afectó los recursos locales de los estados fronterizos.
Implicaciones comerciales arancelarias
La estrategia arancelaria propuesta por Trump refleja su enfoque de 2019, cuando amenazó a México con incrementar los aranceles a menos que se redujera la inmigración. Actualmente, está sugiriendo una tarifa inicial del 25%, significativamente más alta que el 5% que proponía en 2019. Esto representa un importante desafío financiero: México exporta más del 80% de sus productos a los Estados Unidos, lo que en 2023 representó 493 mil millones de dólares. Una tarifa arancelaria del 25% puede afectar enormemente sectores claves como el automotriz, la agricultura y la manufactura, e incrementaría la volatilidad del peso.
El cambio de muro fronterizo a consecuencias económicas demuestra la complejidad de la política migratoria entre los países que comparten el cruce fronterizo más transitado del mundo. Sin duda, estas políticas afectarán a ambos países y remodelarán el comercio y el mercado laboral en ambos lados de la frontera.
Esperan respeto mutuo
Confían que Estados Unidos, debe tener mucho cuidado de no promover prácticas xenófobas propias del siglo pasado, y la nueva presidenta de México deberá gestionar la migración respetando los derechos humanos y el humanismo que abandera. Los países latinoamericanos debemos generar alianzas que nos permitan resistir ante la embestida de los gobiernos populistas, anti derechos y autoritarios. El desafío de la migración en la región exige respuestas integrales, coordinadas y coherentes que traigan un cambio de paradigma hacia políticas humanitarias. Los países de origen y tránsito migratorio, ahora más que nunca deben impulsar modelos de construcción de paz, cooperación y solidaridad internacional.
Migración pasará de ser pesadilla a insomnio
Asegura en su opinión el Dr. Jorge A. Lera Mejía., que ante el arribo a la presidencia en enero de Donald Trump, las corrientes migratorias por territorio mexicano pasarán de ser una pesadilla hacia un estado de insomnio.
En primer lugar, al cumplir sus promesas de campaña, cerrará y sellará la frontera entre México y Estados Unidos (EEUU). En segundo lugar, advirtió que cancelará las políticas migratorias actuales operadas por la administración de Joe Biden incluyendo el sistema de citas a distancia a través del CBP-One.
Más extremo amenazante, Trump advirtió un programa masivo de deportaciones, abarcando a los 11 millones de indocumentados, según cifras del Departamento de ICE. Su plan de llevar a cabo la «mayor deportación de inmigrantes de la historia del país» comenzará en Springfield, estado de Ohio, con destino a Venezuela.
Trump ha dicho que invocaría la Ley de Enemigos Extranjeros, una ley de 1798 que rara vez se ha utilizado y que permite al presidente deportar a cualquier no ciudadano de un país con el que Estados Unidos esté en guerra.
El republicano ha criticado duramente las políticas de Joe Biden para crear y ampliar vías legales de entrada, incluida la app CBP-One con la cual, a la fecha, casi 1 millón de personas han ingresado por cruces terrestres con México desde enero de 2023. Otra política ha permitido que más de 500 mil cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos vuelen al país con patrocinadores financieros.
Estadísticas alarmantes:
Solo para darnos una idea del insomnio, qué desde el pasado martes inundó en el ánimo de los transmigrantes en tránsito por territorio mexicano, se estima que, desde enero a julio de 2024, el Instituto Nacional de Migración,registró la llegada de 276 mil migrantes venezolanos. La mayoría de ellos busca una cita desde México, para pedir asilo a Estados Unidos por medio del CBP-One.
Si calculamos al cierre de este año, y considerando las cifras registradas en 2023, sólo venezolanos por México serán cerca de 500 mil personas, incluyendo familias enteras, adultos mayores y menores acompañados y no acompañados.
Otros 500 mil emigrantes se estiman qué son de origen mexicano.
De Centroamérica se calculan 250 mil y poco más de 150 mil inmigrantes del resto del mundo. En números aproximados, por México cruzan cerca de 1.4 millones de personas, la mayoría de origen venezolanos y mexicanos.
Del número citado aquí es el tamaño del problema y el reto que la actual administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y los políticos que gobiernan los países expulsores, tendrán que afrontar a Donald Trump .
México y los migrantes podrían encontrarse en la antesala, ya no de la pesadilla americana, antes sueño americano, ahora se vislumbra una nueva etapa del “insomnio mexicano”
Peligro latente en México
México es uno de los países más peligrosos para los migrantes y han aumentado los riesgos de abuso de autoridad o ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas militares, porque el gobierno mexicano está empleando a la Guardia Nacional, corporación militar, para contener la migración en las fronteras, denunciaron dichas organizaciones de defensa de los derechos humanos
La Guardia Nacional y el Ejército han asesinado a personas migrantes, incluidos niños, en Chiapas y Baja California, durante la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum. A fines del año 2024, en las caravanas de migrantes, las personas acusaron acoso policial y bloqueos de la Guardia Nacional en el sureste mexicano.
Al aumentar la migración y detonarse expulsiones masivas desde Estados Unidos, pueden aumentar las detenciones en estaciones o estancias migratorias del Instituto Nacional de Migración en México, y derivar en otra serie de violaciones a los derechos humanos de migrantes, como incomunicación, falta de acceso a una defensa adecuada y a recursos legales para combatir la detención, desapariciones forzadas de corta duración, o incluso homicidios, como en el incendio de la estancia migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua, el 27 de marzo 2023, donde murieron 40 migrantes encerrados y otros 27 resultaron lesionados, y cuyo proceso penal aún no resuelven las instancias judiciales.
Las medidas existentes y las que llegue a adoptar el gobierno de Trump no van a frenar la migración del sur global, las personas persisten en la búsqueda de mejores oportunidades de vida y buscan vías o rutas alternas para llegar a Estados Unidos, aunque estas sean incluso más peligrosas. Esto es aprovechado por los grupos criminales de tráfico de personas que operan de manera transnacional y coordinada a lo largo de la región, sin que hayan sido desarticulados por las autoridades.
Otro factor de riesgo para las y los migrantes en México que deberá abordar Claudia Sheinbaum es la impunidad sistémica de los delitos y violaciones de derechos humanos cometidos en agravio de las personas migrantes. En 2022, cuando el Comité de Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas visitó por primera vez México dijo que la impunidad de las desapariciones era “casi absoluta”, más aún las de migrantes.
La Fundación para la Justicia ha litigado por años casos de masacres de migrantes ocurridas en San Fernando, Tamaulipas, y en Cadereyta, Nuevo León, las cuales siguen impunes. Si bien en los últimos años se han logrado sentencias condenatorias de algunas personas, estas no han sido por los homicidios de las víctimas, sino por delitos conexos como portación de arma de fuego o delincuencia organizada.
Otros ejemplos de impunidad en casos de delitos contra migrantes son los del cubano Cristobal Cobeiro, ejecutado por elementos de la Guardia Nacional en Chiapas, y el de Victoria Salazar, asesinada por policías municipales en Quintana Roo, ambos casos ocurridos en el año 2021.
Garantizar la justicia en este tipo de casos sería una clara muestra del compromiso de la nueva Presidenta de México para combatir la corrupción y la impunidad, lo cual pasaría necesariamente por fortalecer las instancias de investigación como las fiscalías especializadas en delitos contra migrantes y el Mecanismo de Apoyo Exterior Mexicano de Búsqueda e Investigación (MAEBI), que permite a las familias de víctimas migrantes dar seguimiento a sus denuncias y ejercer sus derechos desde sus países de origen, a través de los consulados mexicanos.
Sheinbaum asegura que México recibió más de 4.000 deportados en la primera semana de Trump
México recibió a 4.094 deportados durante la primera semana de Donald Trump en el poder. Así lo informó la presidenta, Claudia Sheinbaum, en su conferencia de prensa de este lunes. El regreso del republicano a la Casa Blanca ha estado acompañado de un discurso de mano dura contra la crisis migratoria y de una avalancha de decretos para concretar las amenazas de redadas y expulsiones masivas de indocumentados, que ha elevado la presión sobre la frontera entre ambos países. Sheinbaum, sin embargo, aseguró que no ha habido cambios significativos en la cantidad de personas repatriadas desde Estados Unidos. “No ha habido un incremento sustantivo”, afirmó la mandataria. También celebró que Trump y Gustavo Petro, el presidente de Colombia, llegaran a un acuerdo, después de que ambos ventilaran sus diferencias en el frente migratorio y protagonizaran una crisis diplomática que disparó las tensiones este fin de semana. “Lo importante, lo dije desde el primer día, es actuar siempre con la cabeza fría, defendiendo la soberanía de cada país y el respeto entre las naciones y los pueblos”.
Sheinbaum hizo un llamado a la calma entre sus socios latinoamericanos después del choque entre Petro y Trump por la negativa de Colombia de permitir el aterrizaje de dos aviones con personas deportadas, al argumentar que no se había respetado la dignidad de sus ciudadanos repatriados. El republicano respondió con aranceles del 25% a los productos colombianos y amenazó con aumentar las tarifas a un 50% en una semana, así como con la suspensión de los trámites de visado para ciudadanos de ese país. El domingo por la noche, las autoridades colombianas cedieron y aceptaron los términos de Washington para superar el impasse.
“Se han recibido cuatro aviones, que han llegado al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles”, apuntó Sheinbaum, sobre las repatriaciones por aire, aunque también se ha informado de devoluciones por tierra. La presidenta dijo que la mayoría de las personas deportadas durante los últimos siete días son mexicanos. Una de las principales preocupaciones del Gobierno mexicano es que el endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos implique que el país tenga que asumir la carga de recibir a deportados de otros países y busca alcanzar un acuerdo con Trump para hacerse cargo de un grupo reducido de nacionalidades.
“Es el miedo permanente que tenemos, no todo está definido”, dijo sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo en materia migratoria con Trump. La Administración de Sheinbaum confió en que sus aliados regionales puedan asumir la responsabilidad sobre sus propios ciudadanos y mantener un diálogo con Washington para evitar nuevas tensiones. “Estados Unidos está teniendo una comunicación fluida con otros Gobiernos, particularmente de Centroamérica”, aseguró. “Hasta ahora, ha sido una relación de mucho respeto, de mucho diálogo”, comentó sobre los contactos que ha tenido con el republicano.
El Gobierno de Sheinbaum anunció el lanzamiento del Plan México te abraza para dar acceso a apoyos y programas sociales a los mexicanos que sean devueltos o decidan regresar. “Siempre buscaremos la coordinación, el respeto mutuo y el respeto entre nuestras naciones”, dijo la presidenta, tras el primer cara a cara de Trump y Latinoamérica en materia migratoria.
Historia de la migración mexicana a Estados Unidos
La migración mexicana a Estados Unidos es un fenómeno que se remonta al siglo XIX. A continuación, te presento una breve historia de la migración mexicana a Estados Unidos:
- Periodo temprano (1848-1900) 1. Tratado de Guadalupe Hidalgo: En 1848, México cedió una gran parte de su territorio a Estados Unidos, lo que llevó a la creación de una frontera común. Esto facilitó la migración de mexicanos a Estados Unidos. 2. Inmigración laboral: Durante la segunda mitad del siglo XIX, muchos mexicanos se mudaron a Estados Unidos para trabajar en la agricultura, la minería y la construcción de ferrocarriles.
- Periodo de la Revolución Mexicana (1910-1920)
1. Refugiados políticos: Durante la Revolución Mexicana, muchos mexicanos se refugiaron en Estados Unidos para escapar de la violencia y la inestabilidad política.
- Inmigración laboral: La demanda de mano de obra en Estados Unidos aumentó durante la Primera Guerra Mundial, lo que llevó a una mayor inmigración de mexicanos.
- Periodo de la Gran Depresión (1929-1941)
1. Repatriación: Durante la Gran Depresión, muchos mexicanos y mexicano-estadounidenses fueron repatriados a México, a menudo de manera forzada.
- Inmigración reducida: La inmigración mexicana a Estados Unidos se redujo significativamente durante este período debido a la falta de oportunidades laborales y la repatriación.
- Periodo de la Segunda Guerra Mundial (1941-1945)
1. Programa Bracero: En 1942, Estados Unidos y México establecieron el Programa Bracero, que permitía a los trabajadores mexicanos entrar en Estados Unidos para trabajar en la agricultura y la industria.
2. Inmigración laboral: La demanda de mano de obra en Estados Unidos aumentó durante la Segunda Guerra Mundial, lo que llevó a una mayor inmigración de mexicanos.
- Periodo moderno (1965-presente)
1. Ley de Inmigración y Nacionalidad: En 1965, Estados Unidos aprobó la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que eliminó las cuotas de inmigración basadas en la nacionalidad y estableció un sistema de inmigración basado en la familia y el trabajo.
2. Inmigración no autorizada: A partir de la década de 1970, la inmigración no autorizada desde México aumentó significativamente, lo que llevó a una mayor presión sobre la frontera y la implementación de políticas de control de la inmigración.
3. Reforma migratoria: En 1986, Estados Unidos aprobó la Ley de Reforma y Control de la Inmigración, que proporcionó una vía para la legalización de inmigrantes no autorizados y estableció sanciones para los empleadores que contrataban a trabajadores no autorizados.
4. Políticas de control de la inmigración: En las décadas de 1990 y 2000, Estados Unidos implementó políticas de control de la inmigración más estrictas, incluyendo la construcción de una barrera fronteriza y el aumento de la vigilancia y la deportación de inmigrantes no autorizados.
5. Reforma migratoria actual: En la actualidad, la reforma migratoria sigue siendo un tema de debate en Estados Unidos, con propuestas para proporcionar una vía para la legalización de inmigrantes no autorizados y fortalecer la seguridad fronteriza.
Migración de 2019 a 2025: ‘cobija’ México a 6.3 millones
El titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, reveló que entre 2019 y 2025, más de “16 millones de migrantes pasaron por México y 10.5 millones lograron cruzar el muro fronterizo de Estados Unidos, pero 6.3 millones se quedó en nuestro país”. Afirmó que a nuestro país llegaron migrantes de 181 países, principalmente de América, África y Asia.
Durante el foro Migración ordenada, segura y regular, el todavía titular del INM aseveró que en los últimos seis años se han expedido en el país 2 millones 400 mil documentos migratorios
La secretaría de Gobernación recordó que México es un país de origen, tránsito, destino y retorno, y subrayó que la colaboración internacional es esencial para atender el fenómeno de manera efectiva.
Ejemplo de lo anterior es que nuestra nación tiene una de las diásporas migratorias más grandes del mundo. Tan sólo en Estados Unidos, hasta 2022, había aproximadamente 38.8 millones de personas de origen mexicano, de los cuales 28.5 millones son personas de segunda y tercera generación; 10.9 millones son nacidos en nuestro país y 5.1 millones están de forma irregular aproximadamente.
Señaló que los últimos seis años por nuestros puntos de tránsito internacional, se atendieron poco más de 208 millones de eventos de ingreso regular de nacionales y extranjeros, de los cuales 1.3 millones corresponden a mexicanos que retornaron desde Estados Unidos. También se registraron poco más de 2.7 millones de eventos de personas en situación migratoria irregular, lo que representa el 1.8% con respecto al volumen de visitantes regulares.
Destacó que en el último año, en la frontera de México con Estados Unidos, hubo una reducción del 76% en los cruces irregulares.