El Papa Francisco llama al mundo a la esperanza con el inicio del Jubileo Ordinario 2025
Con el mensaje de que “la luz de la esperanza cristiana pueda llegar a todas las personas”, el Papa Francisco inauguró el Jubileo Ordinario de 2025, marcando el inicio de un año dedicado a la gracia, la reconciliación y el compromiso espiritual.
Un llamado a la esperanza y la unidad
El Santo Padre ha enfatizado que este Año Santo será una oportunidad para que los fieles, sin importar su ubicación, reciban el mensaje de amor y esperanza de Dios. En su Bula Spes non confundit, destacó la importancia de que la Iglesia sea un testigo fiel de este anuncio en todos los rincones del mundo.
El Jubileo se extenderá hasta el 6 de enero de 2026, con el rito de la apertura de las Puertas Santas en las cuatro Basílicas Papales de Roma como elemento central. El Papa Francisco también realizó un gesto significativo al abrir una Puerta Santa en la cárcel de Rebibbia, subrayando la cercanía de la Iglesia con los más marginados.
Celebraciones globales en sincronía con el Vaticano
En cada catedral y concatedral del mundo, las comunidades diocesanas han dado inicio al Año Jubilar con ceremonias solemnes este 29 de diciembre, Fiesta de la Sagrada Familia. El Papa ha solicitado que estas celebraciones reflejen la esperanza y la gracia de Dios, permitiendo que el Pueblo de Dios participe plenamente, incluso aquellos que no puedan viajar a Roma.
En Latinoamérica, Europa y otros continentes, se han organizado iniciativas como peregrinaciones, jornadas de reconciliación y Eucaristías especiales, con el objetivo de que el mensaje del Jubileo llegue a todos los fieles.
El Papa Francisco llama al mundo a la esperanza con el inicio del Jubileo Ordinario 2025
Indulgencias jubilares y servicio de los Misioneros de la Misericordia
Francisco también ha renovado la misión de los Misioneros de la Misericordia, sacerdotes con la autoridad para perdonar pecados reservados a la Sede Apostólica. Estos misioneros serán enviados a lugares de mayor necesidad espiritual, como cárceles, hospitales y zonas afectadas por pobreza extrema, para garantizar que nadie quede excluido del perdón y consuelo de Dios.
Los fieles que deseen obtener la indulgencia jubilar deberán cumplir con los requisitos establecidos por la Penitenciaría Apostólica, que incluyen confesarse, recibir la comunión y realizar una obra de misericordia o visitar una de las Puertas Santas en Roma.
Un año de gracia para el mundo
El Jubileo Ordinario de 2025 se presenta como un tiempo de reflexión, reconciliación y acción concreta en favor de los más vulnerables. Para Francisco, este año no solo será una celebración espiritual, sino también una invitación a renovar el compromiso cristiano en la construcción de un mundo más justo y solidario.
Con las palabras del Santo Padre, “que nadie quede privado de la posibilidad de recibir el perdón y el consuelo de Dios”. Así, el Papa Francisco busca que este Jubileo sea un símbolo de esperanza para un mundo que enfrenta grandes desafíos.