Columna: Expedientes MX
El 24 de mayo de 2001 se dio la Declaración de Oaxaca que fue el resultado del Seminario de Derecho a la Información realizado en esa ciudad donde se sentaron las bases legales e institucionales para la Ley de Acceso a la Información Pública Gubernamental.
Autor: Norberto Vázquez
Es, en síntesis, el mejor logro democrático de la sociedad civil de las recientes tres décadas. Puedo exponerle amigo lector, de la importancia de la transparencia y el acceso a la información pública gubernamental, porque precisamente mi carrera periodística, comenzó de la mano y uso del entonces creado Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), hoy conocido, como Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Organismo, que desde el Poder Ejecutivo, el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende borrar de un plumazo.
Terminada mi etapa académica, finiquitando la década de los 90 del siglo pasado, me incorporé inmediatamente como militante activo de la Fraternidad de Reporteros de México (Fremac), recuerdo que en las reuniones del gremio, los compañeros entonces más representativos de la organización platicaban de las asambleas del Grupo Oaxaca a las que asistían, y la importancia de empujar una Ley Federal de Acceso a la Información Pública.
Esos conclaves se dieron durante cerca de dos años, y fue el 24 de mayo de 2001 que se dio la Declaración de Oaxaca, que fue el resultado del Seminario de Derecho a la Información realizado en esa ciudad y suscrito por universidades, organismos no gubernamentales, más de setenta medios de comunicación miembros de la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos, instancias protectoras de Derechos Humanos, así como decenas de organizaciones de periodistas.
Ahí se sentaron las bases legales e institucionales para la Ley de Acceso a la Información, para lo cual se designó a una comisión técnica que elaboró el proyecto y fue aprobado. Unos meses después, y de lo aceptable del sexenio del primer gobierno emanado del PAN, fue que el expresidente Vicente Fox presentó el 30 de noviembre de 2001 una iniciativa de Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información, la que en sesión de la Cámara de Diputados celebrada el 4 de diciembre de 2001 se turno a comisiones, documento enriquecido, por lo generado en las reuniones del Grupo Oaxaca durante cerca de 24 meses.
No fue sino hasta el 22 de abril 2002 en que el Congreso de la Unión, mediante el voto unánime de todos los partidos políticos que lo integraban, expidió la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental. Este instrumento, creó los procedimientos y las instituciones para permitir que, a nivel federal, cualquier persona pudiera, mediante la presentación de una solicitud de acceso a la información, obtener acceso a los documentos gubernamentales. Además, instituyó la instancia responsable de garantizar el ejercicio a este derecho, en particular, el IFAI.
Esta ley fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de junio de 2002, entrando en vigor el día siguiente de su publicación y contempló, entre sus principales aspectos, la forma de mejorar la organización, clasificación y manejo de los documentos, las excepciones al principio de publicidad, el periodo de reserva, el ámbito de aplicación, la publicidad de información sin que medie solicitud, el costo de la información, el período de resolución a una solicitud, el recurso de revisión, el control judicial, y las responsabilidades y sanciones.
Sería totalmente antidemocrático borrar al INAI del escenario público. Me tocó presenciar el gran entusiasmo de los compañeros periodistas que se involucraron cuando se dio la apertura de la información gubernamental, me ha tocado pelar codo a codo con diversos comisionados del IFAI-INAI la entrega de información para hacerla pública cuando los diversos gobiernos y entidades públicas la han negado.
Me ha tocado platicar profundamente con los presidentes de esa institución como Gerardo Laveaga, Jacqueline Peschard, María Marván, Alonso Lujambio (†), Ximena Puente y Francisco Javier Acuña, todos ellos, convencidos de que la “cultura de la transparencia” ya se ha impregnado entre periodistas, investigadores, académicos, empresarios y sociedad en general.
Desconocer la importancia que tiene hacer pública la información que genera el gobierno, es precisamente, eso: saberse desinformado. El presidente López Obrador, deberá reconsiderar su propuesta de eliminar al INAI. Entiendo que no quiere “censurar”, nunca lo ha dicho, pero sí estaría destruyendo todos los canales establecidos para acceder a la información, que dicho en otras palabras, es lo mismo. Cuestión de enfoques.