Desde 2012 entró a una nueva etapa de modernidad y adquirió facultades para ordenar el congelamiento de cuentas de personas físicas o morales “sospechosas” de incurrir en lavado de dinero y elaborar una lista negra de los presuntos.
Columna: Expedientes MX
Autor: Norberto Vázquez
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) a tirado para todos lados: empresarios, políticos, narcotraficantes, medios de comunicación, en pocas palabras, es la versión moderna de la ex Procuraduría General de la República (PGR) –-ahora FGR– aquella que sirvió a los priistas y panistas para amedrentar o meter a la cárcel a sus opositores. Hoy la entidad que preside Santiago Nieto, sin duda, se ha vuelto el terror mediático de la 4T.
La primera señal fue contundente. El congelamiento de cuentas bancarias de varios de los involucrados en las protestas de la presa La Boquilla, en Chihuahua, fue el manotazo inicial de que el Gobierno Federal contaría con un arma política en contra de adversarios o disidentes. La misma Unidad, ordenóel congelamiento de las cuentas del ex gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, del presidente municipal de Delicias, Eliseo Compeán, y del presidente de la Asociación de Usuarios de Riego del Estado de Chihuahua, Salvador Alcántar. ¡Mídanle!
Desde 2012, la UIF entró a una nueva etapa de modernidad y adquirió facultades para ordenar el congelamiento de cuentas de personas físicas o morales “sospechosas” de incurrir en lavado de dinero y elaborar una lista negra de los presuntos. Enrique Peña Nieto apretó el botón y esta nueva facultad se hizo efectiva en el 2014 y el presidente en turno metió a la cárcel a la entonces poderosa lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo.
Bajo esta administración, de acuerdo a un reporte presentado a la Cámara de Diputados, la UIF ha revisado 107 millones 654 mil 381 operaciones relevantes, por montos superiores a 7 mil 500 dólares en el sistema financiero nacional. De ellas, se reportaron como inusuales 2 millones 799 mil 699, derivado del perfil de los clientes. Santiago Nieto, reveló que de esa cantidad de fuentes de información se detectaron 5 mil 931 acciones preocupantes derivadas de atipicidad en los empleados bancarios. ¿Pero cómo opera la UIF?
El modelo de riesgo desglosado en el documento describe los elementos a evaluar en los procesos de investigación, donde se incluyen el perfil del sujeto, los indicadores de riesgo en los ámbitos nacional e internacional, la zona geográfica de operación, las operaciones financieras, transacciones en actividades vulnerables, los sujetos relacionados y la temporalidad. Sus trabajos de análisis reactivo se organizan en grupos de trabajo donde participan unidades y dependencias de la administración federal, la Fiscalía General de la República (FGR) y las fiscalías locales, el Poder Judicial de la Federación y el local, junto a las agencias de investigación internacionales.
Su objeto de trabajo es muy amplio y coordinado entre autoridades. Hoy en su mira está identificar a personas, grupos, organizaciones, zonas prioritarias y modos de operación. Combatir el secuestro, la extorsión, la trata y tráfico de personas, el narcotráfico, corrupción, robo de hidrocarburos, tráfico de armas y cualquier otro delito relacionado con lavado de dinero.
El hecho de que dicha Unidad esté encabezada en estos momentos por Santiago Nieto Castillo hace prever que en lo que resta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador la UIF mantendrá esa función de brazo intimidador y ejecutor de la 4T: ahí ya están en la lista el gobernador tamaulipeco, Francisco García Cabeza de Vaca, la senadora Sylvana Betrones, que dicho sea de paso es contra su padre Manlio Fabio Beltrones.
Basta un guiño del presidente López Obrador para que la artillería contra el lavado de dinero se desate. En agosto del 2020, se dio a conocer que la UIF investiga a varios ex colaboradores y personajes cercanos al ex presidente Felipe Calderón, entre ellos a Ernesto Cordero, Jorge Luis Lavalle, Javier Lozano y Roberto Gil Zuarth. Esto es un hecho: ese uso político que le dio Peña Nieto a la UIF se ha subido de tono en la actual administración, durante la cual varios personajes incómodos para la autodenominada 4T han sidopresionados con el congelamiento de sus cuentas o con la simple amenaza de hacerlo.
Por sus características y por los dientes especiales de que fue dotada en el 2012, la UIF se presta a que sea utilizada como arma política en contra de personajes incómodos para el gobierno en turno, como se hizo durante décadas con la PGR. No es malo contar con un área técnica auxiliar en el combate al lavado de dinero como la UIF. Eso se celebra. Lo malo es que ésta esté encabezada por alguien que comparte las fobias políticas del presidente de la República. Así de sencillo.
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