Las Reyertas
De Picasso. “No le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo al avión”. Camelot
Por Gilberto Haaz Diez
Irrumpe como un buen tuitero, el dueño de aviones y yates y haciendas, dueño también de TV Azteca y Elektra, un empresario de grandes ligas, uno de los 5 más ricos de México, Ricardo Benjamín Salinas Pliego, publicita su esquema personal. Algunas veces riñe con alguien, otras veces dona algunas cosas para gente necesitada. Pero está bien activo y no es dejado. Hace unos días, un ex empleado le ganó una demanda laboral por 750 mil pesos, al ser seis años gerente de una tienda en Cancún, y como no le pagaban fue y embargó la tienda y sacó algunas teles y lo que juntara de ese dinero. Salinas Pliego se burló de él. Primero dijo que todos tienen derecho a defenderse, luego, escribió en tuiter: “Felicidades a cualquiera que vaya a juicio y gane… bien merecido, me va a llevar 1.3 minutos de mi vida recuperar esos 750 mil pesos, posiblemente en lo que termine de escribir este tweet”. Muy cierto, ese grupo de su propiedad debe ser una máquina de recoger dinero. Pero ahí quedó para la anécdota.
LA OTRA GRAN BRONCA
Otros que riñeron, fueron la ex embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, esposa de Agustín Gutiérrez Canet, y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores. Cuando el sexenio llegó, en Morena, Ebrard se aupó a la secretaría y ella, por instrucciones de AMLO, la envió a la Embajada americana, la más importante de México, porque cuando en Washington tiembla, aquí nos llega un tsunami (remember Donald Trump). Marta nunca aceptó a Ebrard, algunos enterados señalaban que quería su puesto, y siempre que pudo metió cizaña. El marido, Agustín Gutiérrez Canet, que también fue diplomático y es escritor del diario Milenio, además, tío de la esposa del presidente, metía su cuchara y criticaba constantemente al canciller. Marcelo aguantaba vara, hasta qué el hilo se rompió y ella renunció a la Embajada y se marchó, y a su barco le llamó libertad. Hace poco, ya estando sin chamba, criticó que el programa ‘Quédate en casa’ fue un error de Marcelo, y por allí se llevó al presidente AMLO, que lo había aprobado. Era la época de Trump, la de ‘la bebes o la derramas’, y había que beberla. Mike Pompeo luego escribió un libro donde señala que nos habían doblegado, como le hacen muy seguido al Cruz Azul, y de allí se agarró Martha Bárcena con el clásico: Se los dije. El asunto no caminó, porque el presidente apoyó a su canciller y ahora ella, en reproche o venganza, acusa que si Marcelo llega a la presidencia se va a asilar en algún lado. El asilo, ella lo debe saber, es para los perseguidos políticos, no para los que se quedaron sin chamba. Marcelo no es cruel ni gente mala, cruela de vil es la Sheinbaum, pero si tiene mello Martha, que se venga a Chacaltianguis, aquí la asilamos y cuidamos.
LAS LINEAS AEREAS QUEBRADAS (8)
Es preocupante que las líneas aéreas mexicanas estén quebrando. Ya llevamos varias y en este sexenio se acumulan. Es en parte cierto lo que dice AMLO, que son empresas pobres y sin dinero y empresarios ricos. Y esta 4T no quiere rescatar ninguna, quiere hacer una para el AIFA, donde no se paran ni las moscas a volar. Este es el gobierno que tiene el récord de más aerolíneas desaparecidas del mapa y los aires mexicanos. Aerocalifornia, Mexicana, Aerolíneas Internacionales, Aviacsa, Alma de México, Líneas aéreas Azteca, Interjet y ahora Aeromar. Son 8 las que se han ido para nunca más volar. Y el gobierno no intenta rescatar ninguna. Quiere abrir Mexicana para los soldados del AIFA, pero eso está por verse.
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